martes, 7 de julio de 2009

Eran las 4 de la tarde

Al día siguiente estaba Juan [el bautista] con dos de sus discípulos. Viendo pasar a Jesús, dice:

- Ahí está el cordero de Dios.

Se lo oyeron decir los discípulos y siguieron a Jesús.

Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dice:

- ¿Qué buscáis?

- Rabí (que significa maestro) ¿dónde resides?

Les dice:

- Venid y ved

Fueron, pues, vieron dónde residía y se quedaron con él aquel día.

Eran las 4 de la tarde.

Jn 1, 35-39

 

Quizá elegí mal el cuento, quizá no me expliqué tras relatarlo.

Sinceramente pienso que estoy viviendo un Gran Momento, de los que dejan huella en tu existencia, de los que recuerdas en momentos bajos y que te ayudan a caminar y crecer. Acabo de dejar atrás una crisis que me duraba años. Miro con otros ojos, me gusta la vida, me rio de nuevo, me enamoro de los pequeños milagros que Dios me concede… Es de esas horas que se quedan grabadas en tu memoria (como las 7 de la tarde de ese reloj, como las 4 de la tarde de los discípulos).

Soy hombre poco lineal, mi estado de ánimo es muy cambiante y sé que mañana o esta misma tarde no tendré tan patente esta sensación, pero ya sé a qué hora sucedió. Para nada creo que este momento alto me vaya a durar un segundo, ni creo que el resto del tiempo sea gris, insulso y digno de obviar en mi biografía, tampoco soy de crisis constantes. Mi pretensión con el texto de ayer no fue decir al mundo “Estoy en hora con el universo, pero mañana volveré a caer en la apatía”, no, en absoluto. Mi mensaje de ayer fue el mismo que el de hoy: “Estoy disfrutando de mis siete campanadas” o “Esta es la hora en la que conozco a Dios, me quedo con Él este día”.

[estoy obsesionado con los horarios…]

1 comentario:

  1. vale, me gustan más las cuatro de la tarde que las siete, quizá porque es hora de la siesta! aunque a veces en la hora de la siesta me sale meter la pata con una naturalidad que sería aplaudible, :S
    lo que más me gusta es: "Acabo de dejar atrás una crisis que me duraba años. Miro con otros ojos, me gusta la vida, me rio de nuevo, me enamoro de los pequeños milagros que Dios me concede…"

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