martes, 27 de octubre de 2009

Morir matando

He perdido, lo asumo.

Me ha podido esta situación insostenible que atraviesa puertas y ventanas, que inunda el aire de un hedor irrespirable a derrota. Todo termina, se huele. Todo termina, incluso la vocación y la ilusión por hacer de este trabajo algo “especial”.

Pero no me doy por vencido. He de morir contigo a mi lado. Por lo pronto preparo bombas que voy lanzando tras los muros. Mi táctica es llamar educadamente a las puertas y ofrecerlas como regalo, y es tan grande el ego que se reciben con una sonrisa.

Ya se firmó la injusta Sentencia, pero con esta batalla que tú supones ganada, has bajado la guardia, te has relajado y has dejado el costado descubierto para asestar el golpe de gracia que hará que caigas con todo el peso que has ido acumulando en este año (y los anteriores).

… y cuando caigas te esperarán esos a los que tu propio pie pisoteó para arrancarte el paso.

 

¿Aún no tiemblas?                                                         Tiempo al tiempo.

3 comentarios:

  1. De las derrotas y los triunfos no sabemos realidad hasta que pasa suficiente tiempo

    ese día quizá ya no importa

    o quizá nos sirva para sonreír con un poco de ironía

    si te tocó perder primero felicidades, has ganado desde hoy

    que a los demás les tocará después y problablemente nos toque verlo

    tiempo al tiempo, cierto

    y quizá no importe.

    Saludos.

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  2. excelente!
    y de verdad que solo el tiempo nos deja ver caer mas fuerte a los que se lo merecen.

    abrazos!

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  3. Sí! el tiempo desde luego coloca las "cosas" en su sitio.
    Espero que en tu causa, no se demore demasiado.
    Un saludo cargado de suerte.

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