Hoy durante el descanso de los talleres, Macarena se ha acercado a mi con un nuevo juego en su consola. Es uno de estos que tienes que ir haciendo ejercicios y te mide la edad cerebral.
El caso es que el ejercicio que propone para medir esa edad es uno simple: aparecen los nombres de los colores pero con un color diferente al escrito, por ejemplo “Rojo”, y debes decir al micrófono de la consola el color de la palabra, que en este caso es amarillo.
Pues bien, la cuestión es que el juego no ha podido calcular mi edad porque cuando ha aparecido una palabra en azul y lo he dicho, la dichosa maquinita ha puesto “Otra vez” todas las veces que lo he intentado hasta el punto en el que el juego ha parado, porque, según él, no reconocía bien mi voz.
Me he dado por vencido y he apagado la consola con un resignado “No sé decir Azul”
(y quién sabría con tanto gris oscuro rondando el taller)
... yo no me fiaría de la "maquinita".
ResponderEliminarUn azulado abrazo, Curro.
(Venga! que ya queda menos para una luminosa primavera)
Curro!!,
ResponderEliminarhas pensado en la posibilidad de que sea la maquinita la que no sepa escuchar "azul"?
:)
Pobre maquinita!!
No sabe escuchar el azul!!
Con la de cosas bonitas que son azules!!:
EL MAR!!! y el cielo, y algunos deseos,
los sueños -sobretodo si se sueñan en azul- las sonrisas de los pensamientos -esas casi siempre son azules- y ...
Pobre maquinita!!
:(
Un beso azul turquesa para ti,
y una caricia en ocre cálido para ella.
(en azul cobalto seguro que no lo hubiera sentido...)