jueves, 31 de diciembre de 2009

Un vistazo al 2009

Aviso al lector: Sé que es algo larga la entrada, pero comprenda que las evaluaciones anuales son, como su propio nombre indica, sólo una vez al año, afortunadamente para usted, que lee, y para mí, que las escribo. Gracias por su comprensión.

Ciertamente este año 2009 tiene un tinte bastante oscuro, pero para poder valorar la luz hay que pasar a veces por momentos como este. Ahora, a la orilla de la luz, puedo mirar hacia atrás y respirar profundamente.

145 Un vistazo al 2009

Enero llegó con sueños a la espalda y grilletes en los pies. Durante los primeros cinco días pude “pegar el estirón” y crecer en espíritu, estando en Limpias. Hasta allí me persiguieron las malas noticias: hubo que decir “adiós” a uno de “los míos”. Después del día de reyes empezaron a notarse las enfermedades y las crisis, e incluso tuve un “problema de tallas”. Recuerdo que repetí en varias ocasiones “Ojalá llegue Febrero”.

146 Un vistazo al 2009

Y Febrero no se hizo esperar, pero con él vino un tornado que arrasó mi barrio y alguno que otro más. Durante este corto mes pude comprobar que las crisis son totalmente necesarias y que todo el mundo necesita sus “12 segundos de oscuridad”. Desgraciadamente mis 12 segundos se alargaban demasiado, entre quebraderos de cabeza y preparativos para el mes de marzo. “San Pedro” me bendijo en este mes.

147 Un vistazo al 2009

Marzo vino a darle un giro a mi mundo. Sin saber cómo exactamente me convertí en misionero y viajé a Puerto Rico. Dios me esperaba allí para mostrarse en el niño, el joven, el enfermo… El corazón se me llenó de nombres: Cheyla, Gerardo, Héctor, Don Moisés, Iván, Lourdes, Trini, Jessica… Comprendí el significado de la palabra “pobreza” realmente. Pero todo este regalo que ahora plasmo desenvuelto venía cubierto por un manto negro que me aterrorizó. Cuando vine a darme cuenta de mis pasos ya estaba metido en el desierto y llegó el miedo.

En Abril naufragué, y entre los restos de este naufragio nació este blog. Comencé a mirar de lejos, me sentí perdido y escapé rumbo al calvario para morir, pero no resucité. En este momento de la historia llegó un viento fresco a chocarse conmigo, a compartir muertes. El Viernes se convirtió en símbolo, me cansé de ser hombre como Neruda y pedí un deseo de cumpleaños: Cambiar de vida. Me sentí Garfio, viajé hacia el azul a encontrarme con mis hermanos y prometí un castillo.

148 Un vistazo al 2009

En Mayo eché de menos a mis amigos, me pregunté ¿Dónde está mi casa?, leí El guardián entre el centeno, viajé a “la línea, málaga”, hablé conmigo mismo y llevé a cabo lo que me hería desde Marzo (o desde Agosto’08). Desde entonces todo es cuesta abajo, pero con resistencia. Aprendí (me enseñaron). En este mes nació Músico(en)terapia y me hicieron cuatro preguntas. También en este mes pudimos hacer un almuerzo con mi familia de Campillos. Vi a mi abuelo reír a carcajadas.

Junio trajo olor de campamento del que hice una crónica y me sorprendí sonriendo. Viajé a Madrid y me regañaron en un museo. Me dijeron “te noto bastante bien” y es que había luchado mucho por asomar la cabeza fuera del charco. Jugué a las cartas, me propuse mirar con otros ojos, hice algún que otro descubrimiento y pensé en plantar pensamientos.

Julio. Naciste canción. Soñé con volar de nuevo. Me dijeron “cuéntame tu naufragio” y comenzó un andar en compañía, andar del que ahora estoy muy agradecido, porque me ha clarificado el camino. Comencé a hacer un puzle en familia, que hoy está colgado en la pared del salón. Me di un paseo de los que llenan el alma y escribí una carta. Me dijeron “leo tu blog”, frase que se ha convertido en estandarte. Planté árboles con ellos. Las cosas se pusieron grises en el trabajo, empezaron a sonar campanas de juicio. Wendy besó. Viajé de nuevo al azul y llegó a mi vida una guitarra. Deseé las vacaciones un día antes de que me las dieran.

Agosto pasó desapercibido hasta mediados de mes. Prometía playas y viajes y cumplía, pero una tarde de playa me asaltó una llamada telefónica: “Está muy mal”. Tanto que se me fue para arriba el día 12 de Agosto, con Papi Dios, mi abuelo. El día de su despedida tomé de su ataúd la llave que ahora viaja conmigo y me fui a Cádiz a la boda de un Amigo (con mayúsculas). Comprendí que la vida está en constante movimiento, y hay que aprender a moverse con ella. El resto del mes se me llenó de actividades para no pensar. Al final necesité el mes de Septiembre.

Y llegó para engullirme en la rutina, para adormecer mis dolores. En Septiembre, tras haber tocado fondo, comenzó la nada fácil escalada. Me propuse un nuevo reto, comencé a estudiar una carrera. Hice una propuesta a pecho descubierto, comprendí mejor mi naufragio, me reí hasta que me dolió el estómago, me ilusionó mucho la música, entré en el certamen de Sax y comencé a “abrazar la noche”. Di otro “adiós” sentido como el de Enero y volví a irme de campamento.

Octubre: “Todo dice sí”. Nos dimos un mes el día de San Francisco. “De mí sin ti ¿qué sería? / sin este dulce tormento / que me complica la vida”. Me vacuné contra la gripe y otras tonterías y empezó la Guerra Escrita en mi trabajo. Se casaron dos grandes Amigos y compartí de nuevo con “vosotros”.

149 Un vistazo al 2009

En Noviembre grabamos disco, se disiparon las oscuridades y me sentí preparado para cantar “Vuelvo”. Y volví. Me dieron el premio Blog del día. Renovamos un mes más. Se casaron dos Hermanos. Mi taller se dividió por un muro. Me corté el pelo y me dejé un símbolo condenado a desaparecer en breve. Patiné. Conversé con Dios y volví a tropezar. Entré en el adviento como Alicia en la madriguera, cayendo.

Diciembre, mes de la normalidad (relativa): Mi blog tuvo himno, me fui de ejercicios espirituales y encontré Paz, no acabó el cuento pero dejamos de contar, abracé, di unas clases de baile para la vida, dejé de trenzarme el peso del alma, se acabó el naufragio, dije “sí” por cuarta vez, descubrí milagros de andar por casa, viajé (mucho) y crecí (mucho), y llegó la Navidad.

 

Y al fin miré hacia atrás y me quise.

31 de Diciembre de 2009

martes, 29 de diciembre de 2009

Los Santos Inocentes

Tradicionalmente, en el día de los Santos Inocentes se gastan bromas y se cuelga el archifamoso monigote de papel en la espalda de la gente.

Muy alejado de la “tradición popular”, el día de los Santos Inocentes tiene su origen en la conmemoración del día en que el rey Herodes mandó asesinar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, para asegurarse la muerte de Jesús. Como ven, nada de bromas.

Quizá por eso hoy he de ceder la palabra a José Cervantes Gabarrón, sacerdote misionero y profesor de Sagrada Escritura, y citar su artículo, que me ha llegado hoy al correo y que se titula “Herodes era un aficionado”:

144 Los Santos Inocentes

Los dos primeros capítulos de los evangelios de Mateo y Lucas no tratan de mostrar tanto lo que a Jesús le pasó desde el principio cuanto de mostrar quién es Él desde su origen. Un ejemplo de ello es la narración de Mateo que nos cuenta el origen de Jesús con una perspectiva de Pasión (Mt 2,13-21). Jesús no ha hecho más que nacer y su presencia desagrada al poder establecido. La hostilidad de Herodes y de los fariseos buscando la muerte del niño prefigura el destino de Jesús en la cruz y las persecuciones de los discípulos en la iglesia naciente. Pero tampoco hay duda alguna acerca de la historicidad de un Herodes sanguinario y criminal que provocó la muerte de niños inocentes en la época de Jesús. Y el alcance trascendental de aquel acontecimiento que conmemoramos nos lleva a reflexionar sobre el valor de aquellos relatos en el tiempo presente.

Debido a la indefensión de los no nacidos, en su silencio, clama al cielo la vida destrozada, literalmente legrada, de muchos más niños eliminados del vientre materno en España (115.812 abortos en 2008) que los niños nacidos asesinados en tiempos de Herodes (probablemente unos 100). Lamentablemente, entre tanto alarde de la defensa de los derechos humanos, hemos entrado en picado en una cultura verdaderamente herodiana donde dirigentes y legisladores se atribuyen derechos que no les pertenecen, pues el derecho a decidir sobre la vida de un niño ya concebido no lo tiene nadie, y tampoco les pertenece el derecho a educar con estos criterios. La nueva ley que entrará en vigor pronto despenaliza el aborto en tantas situaciones que prácticamente lo liberaliza. Sin embargo, la dignidad inalienable de todo ser humano, independientemente de las circunstancias de su concepción (ni siquiera por violación) y de sus posibles malformaciones en su gestación, es un derecho para toda persona y principalmente para los más indefensos, los no nacidos. Cuidar y proteger la vida de todos los seres humanos es un deber moral de la familia, del Estado y de todos los responsables sociales, pues la vida es un don y por eso atentar contra la vida de los no nacidos es un crimen.

Algunos se intentan explicar diciendo que se trata de “garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva para evitar embarazos no deseados”. Se diga lo que se diga y se inventen los eufemismos que quieran al más puro estilo nazi, lo cierto es que quitar la vida a un niño no nacido es matar a un ser humano, y no es lo mismo que evitar un embarazo. En todo caso, además de la gravedad del aborto cometido, lo peor es que estamos inmersos en una cultura herodiana en la cual ya se funciona como si nada sucediera cuando alguien decide que un niño con alguna malformación no tiene derecho a la vida y se le hace abortar. Prácticamente ésa es una creencia bastante generalizada, en la que se vive, pero no por ello deja de ser una grave trasgresión de la conciencia, que puede convertir incluso a algunas madres en auténticos Herodes en esta sociedad avanzada, tan avanzada que cuando quiera llorar por sus hijos, no querrá ser consolada porque, literalmente, ya no existen. Entre los llantos más desconsoladores que me he encontrado en la vida se encuentran los llantos de mujeres que han abortado, pues aunque son perdonadas de parte de Dios, a sí mismas no se pueden perdonar.

Imagen: “Newborn II” de LightWorks (http://lightworks.deviantart.com)

viernes, 25 de diciembre de 2009

Bendita noche

143 Bendita noche

Bendita noche en la que te puedo tener en mis brazos.

Tuviste que nacer, pobre niño mío, en la oscuridad de un  pesebre, sin más calor que el de mi regazo, sin más arrullo que el de la noche. Una noche que ahora es tuya, mi Señor, mi Vida.

No sé hacer más que contemplarte. Tú, Salvador anunciado y tan indefenso. Tú, tan grande, tan Hijo del Altísimo, y tan pequeño, tan fruto de mi vientre. Tú el Mesías que cambiará el mundo con sus manos, esas manos ahora diminutas que sostengo entre las mías. Tú tan Dios que me asusta pensar que un día me llamarás “madre”

Duerme, cielo mío, que el mundo no es fácil. Sueña, que ahora es tu turno, porque mi sueño hoy se ha cumplido.

María.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Por un agujero en el zapato

142 Por un agujero en el zapato

Tengo un agujero en mi zapato izquierdo debido al desgaste de tanto camino hacia adelante y hacia atrás. La plaquita metálica que hace de horma y plantilla asoma por el agujerito de la goma haciendo un gracioso “clic” a cada dos pasos (recuerdo que es sólo el pie izquierdo…)

Mi madre está deseando tirar los zapatos, pero no puede por dos motivos: me encantan y son los únicos que tengo. Así que lo más seguro es que sus majestades de oriente me traigan este año un par de zapatos nuevos.

El inconveniente que tienen es que es invierno y en esta época del año las brisas heladas esperan detrás de las esquinas para rozarte las mejillas y las nubes se reúnen para llorar en común las desdichas de la madre tierra. ¿Que por qué es un inconveniente? Está claro, lleva tres días lloviendo en mi tierra y me paso las tardes caminando, así que siempre llego a casa con el pie izquierdo empapado.

Te estarás preguntando, lector,  por qué te hablo hoy de mis zapatos. Pues bien, hoy me di un largo paseo en balde (sin entrar en detalles), caminé casi cuarenta y cinco minutos bajo la lluvia. Tomé el camino que pasa junto a la estación de autobuses y volví a ver a gente acostada en el suelo, como de costumbre, arropadas por unos cartones, pasando frío y hoy, por si fuera poco, con el temporal. No sé qué cara tienen, no me atrevo a mirarlos, me avergüenzo. Cada día que paso a su lado pienso en recoger mantas usadas y dárselas o en preparar una noche café e invitarlos. La cuestión es que andar a su lado me mueve el corazón.

Esta noche al llegar a casa con el pie izquierdo empapado y mientras me acomodaba pensaba: “Ellos acabarán de agua hasta arriba, qué injusto”

En fin, he decidido seguir usándolos hasta que ya no aguanten más. Me recuerdan que hay gente durmiendo en el suelo al lado de mi casa y que no pueden preocuparse de si sus zapatos tienen un agujero, pues a lo mejor ni tienen zapatos.

Soy inmensamente rico. Me he dado cuenta por un agujero en el zapato.

martes, 22 de diciembre de 2009

Mezclas

Él es un showman por sí solo. Se llama Paco, Pakiteit para el mundo de la música, y su especialidad es el Beatbox (para los que no lo sepan el beatbox es la habilidad de imitar sonidos con la boca, sobre todo instrumentos y cajas de ritmos).

 

Desde que nos conocimos andamos buscando la oportunidad de hacer algo en común, y hemos empezado haciendo nuestros pinitos interpretando canciones conocidas como el "stand by me" y el "movin'", pero la verdadera mezcla surgió de casualidad. Yo tocaba la guitarra en la escalera de un escenario de teatro en Limpias, al acabar un festival misionero, y se acercó por mi espalda y comenzó a seguir mi canción con sus bases. Entonces descubrimos que se oía bastante bien la fusión y decidimos probar suerte con otros temas de mi repertorio. Fruto de esto surgió "Contigo", una canción que compuse hace ya bastantes años y que necesitaba renovar para no dejarla al olvido.

141 Mezclas

Colgué el audio en myspace esta tarde. www.myspace.com/curroayllon 

La grabación de esta canción es totalmente pirata, con el micrófono de un teléfono móvil, con una guitarra algo desafinada, y con un montón de ruidos de ambiente. Aún en estas condiciones, ¡este hombre hace genialidades!

Y ya que estamos, vamos a hacerle publicidad a él también: http://www.myspace.com/paquiteit

(Pronto estará disponible el vídeo)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Milagros “de andar por casa”

Aviso al lector: Los fragmentos aquí plasmados tienen una única conexión: lo vivido. Perdonen el resto de inconexiones.

Dieciocho de Diciembre, una y veintidós de la tarde. Mariposas revoloteaban en la boca de mi estómago e ideas y sueños hacían lo mismo en mi mente. Y de repente, un mensaje que reza: !Ya llegó el día!

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Me agobia el trayecto, es arduo y confuso. La lluvia no me da tregua y no hago más que mirar el reloj del coche. Siento dolor en los brazos del tiempo conducido. Y entonces todo parece calmarse, las nubes se disipan dejando ver alguna que otra estrella y aparece al fondo de la carretera un cartel en rojo que me anuncia la llegada a la comunidad de Madrid. Y pienso: “Estoy en casa”

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Mi alma tenía sed de abrazos y me dieron tres curas.

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140 Milagros de andar por casa

Abrí los ojos ante el infinito milagro, entreabrí la boca y puse cara de niño pequeño, y con ilusión de día de reyes exclamé: ¡Está nevando!

(Nunca había visto nevar)

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Afortunadamente comprobamos por nosotros mismos que ¡Existen!. Pese al temporal adverso y el cansancio acumulado durante el día pudimos llegar (de madrugada) a un lugar acogedor, donde nos esperaba una cama calentita y una sonrisa medio dormida, un par de besos y un montón de proyectos para soñar y cumplir.

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Amaneció el cielo despejado de nubes y dudas.

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Me gusta que tú seas tú, me gusta ser yo, cada uno en su estilo. Pero me encanta mezclarme contigo. (Perfecta fusión de ritmo y melodía)

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Me levanté del asiento, guitarra en mano, y asalté a traición y por la espalda. Él se quedó parado, bajó la cabeza para escuchar el mensaje y acto seguido me miró sabiéndose parte de la música. “Vas de noche a veces, pero amanece. Ya lo verás”

muchas más historias quedan en el corazón, para crecimiento y disfrute personal (Mil gracias a los artífices de todo esto)

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cuatro años diciendo “Sí”

«No entiendo por qué te digo “sí”. Es lo que tiene el amor, que está fuera de toda lógica. No soy capaz de encerrarte en una explicación, no puedo racionalizarte.»

Dentro de un par de días celebraremos a Nuestra Señora de la Esperanza, fecha especial para los Misioneros de la Esperanza, entre los que me incluyo, ya que renovamos nuestro «fiat» a 139 Cuatro años diciendo siDios, el «Sí»

Este año se hace de una forma especial: cuando me vinculé a Mies tuve que entregar una «fórmula» en la que concretaba mi vinculación en una serie de compromisos, de los cuales unos me van muy bien y otros no tanto. Pues bien, este año para la renovación he de rehacer esa fórmula, actualizarla.

Esta tarde fui a por una copia de la antigua y después de mucho buscarla en archivos creyéndola perdida, al final apareció (en la carpeta de la comunidad Virgen del Camino… aún no sé por qué).

Me la han entregado en un sobre y me la he traído a casa, y al abrirla he recordado mis comienzos, la ilusión, la entrega, los esfuerzos que tuve que hacer, los años de aspirantazgo, las charlas en casa de Mili, sus estampitas (conservo muchas), mi vinculación en Madre de Dios…

Han pasado cuatro años de esto, pero yo tengo la impresión de que han sido muchos más, es como si siempre hubiese estado ligado a esto. Son ya cuatro años diciendo “sí”.

«Hágase en mí cuanto quieras, como quieras, donde  quieras, aquí estoy para vivir Tu Palabra»

Ixcís

martes, 15 de diciembre de 2009

A carcajadas

Hace un añito, me contaba esto:

138 A carcajadas

Hoy mientras conducía la furgoneta llevando a “los chavales” a su casa, a una de las chicas le ha dado por reír, pero no de cualquier manera, sino a carcajadas.

Lo bueno que tiene la discapacidad intelectual o “la tontuna” que algunos piensan es que puedes ser siempre “Tú” y hacer lo que te apetezca. Sin máscaras, sin guardar la compostura.

Pues bien, ella ha decidido ser “Ella” y casi morirse de la risa...

De repente se ha callado, me ha mirado, y ¡¡ha vuelto a estallar en risas!!

Uno (yo), que se le pega todo, se ha puesto a reír con “Ella” y por un momento, todo el “stress” y los agobios de la época, todos los enfados y desilusiones, todo lo “malo” que tiene el trabajar con este colectivo de personas... Todo ello ha desaparecido y me he centrado exclusivamente en reír.

Ay... Quién fuera “tonto” y pudiera reír a carcajadas siempre que quisiera...

…Y hoy me lo recuerdo.

Por si se me olvida.

Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)

01 de Diciembre de 2008

Imagen: “The laugh” de lhosford (http://lhosford.deviantart.com)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Sobreviviendo al naufragio (cerrando el ciclo)

Las cosas han cambiado.

De nuevo comienza a tener sentido. Tu trayectoria te ha ido enseñando lo difícil que es el camino si lo andas mirando al suelo. Levanta ya la cabeza. Ya aprendiste.

Deja de trenzarte el peso del alma, Curro.

137 Sobreviviendo al naufragio (cerrando el ciclo)

Vendrán otros, pero este naufragio se te ha acabado. Has llegado a la orilla, pon el pie en tierra.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Clases de baile

[Ritmo de Vals]

Un, dos, tres. Un, dos, tres.

Un, dos, tres. Un, dos, tres. Un, dos, tres.

136 Clases de baile

A bailar se aprende.

No sé bailar muy bien, pero reconozco que es cuestión de métrica, ritmo y persistencia.

Pongamos como ejemplo el Vals:

El vals es un ritmo de tres tiempos en un compás. Es el baile de salón por excelencia, el que bailan los novios en el día de su boda. El origen de su nombre viene del término "walzen" (en alemán girar).

Este tipo de baile está repleto de protocolo y existen varios pasos básicos. Entre la música de vals más conocida está, sin lugar a dudas, El Danubio Azul, de Johann Strauss.

El vals se baila con una pose elegante y erguida. Se debe estar completamente recto, y tratando de no mover ni los hombros, ni los brazos, ni las caderas. La mano derecha del caballero se sitúa en la espalda de la señora (a la altura del homóplato izquierdo). La mano izquierda del caballero sujeta a la mano derecha de la señora, que apoya su brazo sobre el del caballero.

La pareja de baile se coloca uno frente al otro; el hombre ligeramente desplazado hacia la derecha para que al avanzar su pie lo pueda colocar entre los pies de la señora. Ambos cuerpos deben estar bien erguidos.

Para darle una mayor realce al baile, darle esa sensación de flotar y deslizarse por la pista, debemos saber que en el primer tiempo se apoya todo el pie, en el segundo la punta y en el tercero la punta y luego el talón. En un principio es mejor practicar los giros y movimientos sin tener en cuenta este detalle: cuando lo dominemos, podemos empezar a plantearnos ocuparnos de estos detalles sobre la forma de pisar.

En el vals sólo tenemos que dar un paso por cada tiempo musical, sabiendo que el vals es un ritmo de 3x4.

Los comienzos de este baile son complicados y es fácil no coordinarse, resultando la danza poco vistosa, e incluso pueden llegar a pisarse mutuamente durante los movimientos.

Otro tipo de danzas que requieren práctica para no pisarse son: La humildad, el perdón, el Amor, el diálogo…

Bailas muy bien

viernes, 11 de diciembre de 2009

Después del encuentro

Encontrarme con Él no ha supuesto un cambio drástico en la marcha de mi vida, pero sí que me ha removido por dentro:

He vuelto de los ejercicios espirituales siendo la misma persona, con los mismos problemas, con las mismas miserias (e incluso más…), Pero ahora tengo algo que antes no tenía: Paz en Dios, Paz de Dios.

El hecho de sentirme acompañado por Él supone un cambio de esquemas, de puntos de vista, esencial para vivir pleno y tranquilo.

-- o --

“Imagen de Dios soy, semejante a Dios nací” reza una canción de Brotes de Olivo.

Al tiempo, July lanzó la idea de que en cada persona hay un trocito del amor de Dios, y si no queremos saber nada de alguien en concreto, nos perdemos ese trozo de Dios que tiene.

Durante estos ejercicios sólo he sentido deseos de abrazar ese trocito de Dios que habita en ella, de mirarme en sus ojos de hermana como me miro en los del “Cristo joven”.

135 Después del encuentro

Tanto es así que ayer decidí lanzarme al vacío y pedirle su abrazo, arriesgándome a no ser correspondido, no ser comprendido e incluso ser rechazado.

134 Después del encuentro

Lejos de eso, ella aceptó mi petición. Y Dios, infinitamente bueno, calmó mi sed.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Encontrarme con Él

133 Encontrarme con El

«Elías temió y emprendió la marcha para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. Él continuó por el desierto una jornada de camino y al final se sentó bajo una retama y se deseó la muerte:

- ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!

Se echó bajo la retama y se durmió. De pronto un ángel le tocó y le dijo:

- ¡Levántate, come!

Miró Elías y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo:

-¡Levántate, come! Que el camino es superior a tus fuerzas.

Elías se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios. Allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y el Señor le dirigió la palabra:

-¿Qué haces aquí Elías?

Respondió:

-Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.

El Señor le dijo:

-Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!

Vino un huracán tan violento, que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie en la entrada de la cueva.»

1 Ry 19, 3 – 13

 

Me marcho a encontrarme con Él. Necesito unos días de búsqueda, unos ejercicios espirituales.

martes, 1 de diciembre de 2009

Himno

He encontrado la música que acompaña a mi naufragio, cuando se deja acompañar y no busca la soledad del silencio.

Los padres de la canción en cuestión se llaman Laura Trinidad y Diego Salas. Son un poderoso Sortilegio de los que cantara Silvio.

Hoy, en un arranque de valentía me atreví a pedírsela prestada para pasar a ser el Himno de este humilde blog. Más humildes ellos, han accedido.

No puedo hacer otra cosa que agradecerles su entrega, su música, su universo (aún siendo de papel)

Gracias.

132 Sortilegio

Y he aquí “Un naufragio entre los dedos”:

Tengo acaso una pregunta,
un ocaso que derrumba,
un biorritmo que lo mismo late
en el presente acompasado.


Tengo el futuro no muy claro,
claro que nunca pierdo el ritmo
de los pies, aunque lo mismo
es que se desbocaron
por bailar lo desandado
y desatarme los bordones
que repiten las canciones
que aún no he imaginado.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó una tempestad mayor
un naufragio entre los dedos.

No me importa dónde sueño
si amanezco entre tus brazos,
desterrarme de mis tierras,
porque tú eres mi patria.


No me asusta la marea
si son tus aguas las que nado,
bucear en lo profundo
y en lo deseado,
beber de la inmensidad
de la luz cuando se filtra
en el océano del tiempo.
Éste es mi Sortilegio.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó la calma una canción
un naufragio entre los dedos.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó la calma una canción
una sonrisa entre los dedos.

lunes, 30 de noviembre de 2009

No sé qué espero

Primer domingo de adviento. Yo no sé qué espero.

Quizá que acabe la vertical, que el fondo esté cerca, dejar de caer.

130 Que esperar

«O el pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio, porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobrado para mirar a su alrededor y para preguntarse qué iba a suceder después. Primero, intentó mirar hacia abajo y ver a dónde iría a parar, pero estaba todo demasiado oscuro para distinguir nada.»

«Abajo, abajo, abajo. ¿No acabaría nunca de caer?»

Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll

Puede que esté esperando que se cumpla un deseo.

«Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.»

Rabo de nube – Silvio Rodriguez

Tal vez la escapada.

131 Que esperar

«Creo que, para su evasión, aprovechó una migración de pájaros silvestres. La mañana de la partida puso en orden su planeta.»

El principito – Antoine de Saint-Exupéry

«Quiero volar. Lejos de aquí escapar. Dime, mi bien, ¿quién me llorará si me dan alas y echo a volar?»

Caperucita – Ismael Serrano

Esperar a que el correo se me llene de mensajes sin abrir.

O esperar a Dios.

 

Primer domingo de adviento y yo no sé qué espero.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Conversación con Dios

Déjame que me acomode. Necesito poner en orden la cabeza y el corazón, aunque sé que no voy a ser capaz de hacerlo en estos momentos.

¿Cómo explicarte?

 

[tomo aire]

 

¿No te cansas de probar si te quiero? ¿No te queda claro?

A veces no entiendo por qué decidí complicarme la vida a tu manera y no centrarme en los problemas que tiene la gente normal. Como si no costara nada tener que estar pensando en cómo llegar a fin de mes y en recortar gastos de donde sea. Como si no bastara con los problemas “normales” como los del trabajo o la familia, encima tengo que estar en lo tuyo.

Tú, sin embargo juegas a ser del antiguo testamento conmigo. Nunca se me olvidará la primera vez que escuché a Gema decir: “Dios era un cabrón hasta que llegó Jesús” Pues bien, más o menos eso es lo que siento ahora mismo. ¿No podrías ponerme las cosas un poco más fáciles? No. Primero me tientas, me haces comprender el significado de la comunidad, me llevas al lugar donde empezó todo para sanar heridas (que ya te vale… podrías haber usado otros métodos) y por último, cuando creo que las cosas van a empezar a girar del modo natural, me haces pasar la prueba de fuego. Me sitúas delante de los dedos que señalan, haces que, sin venir a cuento, vuelvan a disparárseme las balas que ya llevaban mi nombre sin darme ninguna opción a llevar coraza.

¿No te cansas de llevarme al desierto? ¿Cuántas veces más vas a confundirme el camino?

De verdad que no te entiendo. Sabes que soy nada, que tengo muy poca estabilidad y demasiada inseguridad. Sabes que mi vida no va del todo bien desde hace más de un año (Tú lo sabes todo… ¿por qué lo compruebas constantemente?) Sabes que continúo sin saber dónde está mi sitio, y que sigo planteándome la posibilidad del cambio e incluso de dejarlo todo ¿Cómo me haces estas cosas?

Sabes muy bien también que yo no tengo por qué decirte “hágase”

Hoy durante la comunidad me ha venido a la cabeza una frase: “Dios te habla tan claro ahora como cuando tienes la impresión de escucharlo perfectamente”. Le he estado dando vueltas mucho tiempo. Después ha sucedido el traspiés. ¿Cómo tengo que interpretar eso?.

Ahora estoy  muy dolido con todo esto. Y contigo. Y además, contigo también enfadado. Que no te engañen las lágrimas y el pellizco en el pecho. Te lo digo muy sereno. Juro que me falta sólo una pizca para mandarte a la mierda, a Ti y a Tu Reino. Así que explícate. Es tu turno de palabra.

Habla.

 

 

(Otra vez la sensación amarga de etiquetar la entrada con la palabra “naufragio”)

jueves, 26 de noviembre de 2009

26 de Noviembre

Veintiséis de Noviembre, primer seminario de Psicología del desarrollo:

Tras haber oído los programas de radio que se pedían y leído el tema, me presento en el seminario 4 para conocer al tutor y “debatir” acerca del apego en los niños institucionalizados, primera actividad de la asignatura.

Dos minutos en el tema y me he dado cuenta que la actividad es sencillita y que no tiene más que responder a las preguntas que te plantean, así que hemos ido abordando distintas cuestiones del tema y entablado un entretenido coloquio tutor-alumnos.

El quid del día ha sido el contacto con compañeros.

 

Esto de estudiar es como apuntarse al gimnasio: o tienes una fuerza de voluntad increíblemente asombrosa y eres capaz de planteártelo en serio o tienes gente a tu lado.

Hasta ahora me ha bastado mi fuerza de voluntad, el estar enamorado de lo que estudio, pero siempre es gratificante saber que hay gente mirando al mismo horizonte que tú.

Por lo pronto ya hemos empezado a tender redes on-line para comunicarnos.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¡Esto es absurdo!

- ¡Esto es absurdo! – decía mientras me daba un ataque de risa cuando ese caballero tan simpático de la mutua me daba la baja (de hecho creo que ha sido la frase que más he repetido hoy)

- ¿Ya he gastado el bono este año, no? comentaba entre risas.

- Bueno, la próxima vez te siento conmigo y te quedas trabajando – me contestaba él

Resumiendo: A las 7 y cuarto de la tarde he salido de la mutua con un collarín (en el cuello, evidentemente, ¿dónde si no?)

129 Esto es absurdo

¿Que cómo ha sido?

Veréis:

Ayer me metía con Jose (el cordobés) porque no lo había visto en un par de días y como él tiene un imán para los accidentes (como yo…) le pregunté que si había estado de baja. Después de un rato la conversación degeneró en ¿Quién de los dos será el que pille la próxima baja?, como testigo teníamos a Sandra (la dire), que guardaba en su memoria todo lo sucedido.

Pues bien, HE GANADO YO

Saliendo del centro para hacer las rutas y “ca uno pa su casa” hemos chocado un poco (sólo un poco) con otra furgoneta, también de las nuestras… (ya… ¡es absurdo!). Yo iba inclinado hacia delante hablando cuando “he notado” el “leve” roce y he chocado cara con asiento delantero y me he doblado un poco (sólo un poco también) el cuello.

Desde entonces iba mareado y a cada momento me dolía un poco más, así que he tenido que ir a la mutua. El resto de la historia lo conté antes.

He acabado llamando a Sandra (la dire), que se ha metido conmigo por “ganar” y le he mandado un mensaje a Jose (el cordobés) para decirle que el caballero de la mutua conoce sus dos apellidos (tan bien como los míos…). Me queda una “graciosa” baja en principio hasta el lunes.

(Menuda actualización la de hoy… Voy a cambiar el nombre del blog por el de “Restos de un Accidente”)

jueves, 19 de noviembre de 2009

De cine de terror

Mi fanatismo por las películas de terror es muy tardío. Creo que vi por primera vez una película de terror entera con 15 o 16 años, y fue abrazado a un cojín (barrera psicológica excelente) y apartando la vista de vez en cuando.

De pequeño me aterraba la idea de que la gente hiciera películas para pasarlo mal. De hecho, mis padres no podían ver cine de terror mientras yo intentaba dormirme porque sólo con el ruido de los gritos o los golpes tenía las pesadillas más horribles que se puedan imaginar.

La cuestión es que ahora veo todas las películas habidas y por haber en ese género, pero hay una que no soy capaz de ver. Su carátula es la más aterradora que me viene a la memoria, y eso que es muy simple.

128 De cine de terror

La película es “El dentista”. Una vez haciendo zapping vi una escena de ésta en la que hay una persona con una especie de cepo en la boca. Debido a esa escena me negué a ir al dentista durante toda mi infancia y adolescencia. La primera vez que pisé un dentista fue acompañando a un amigo y no fui capaz de pasar ni a la sala de espera, me quedé en la puerta. Mi primera visita personal fue a los 19 años. Conseguí huir de él durante 19 años seguidos, incluso habiéndome partido con 10 años los dos paletones debido a una caída. Después de ese tiempo no pude escaparme más.

Fue entonces cuando mi terror hacia esa profesión dejó de ser debido a las películas y empezó a ser por experiencia propia. Una extracción que debía ser simple se complicó “un poco”. La muela se partió en trocitos y uno de ellos se quedó dentro de mi encía. El “doctor” (si es que se merece ese nombre) tuvo que dejar la extracción y dejar que se me curara la encía para, una vez sana (¡una vez sana!) continuar la operación rajando la encía para extraer el trozo que faltaba. Anduve con puntos en la encía casi un mes. Mi memoria se pierde tras el trauma, pero mi madre siempre me recuerda que me daba cabezazos contra las paredes del dolor que tenía.

Todo este trauma que os explico hoy es debido a mi vuelta al dentista. Esta vez he podido huir durante 5 años más, pero hoy he visitado de nuevo esa consulta que temo (esta vez es otra consulta diferente) para que una especialista muy simpática me diga que tengo la boca hecha un asco y que la broma me va a costar nada más y nada menos que 2000 euros  que podré pagar en cómodos plazos.

Ahora no sé que me traumatiza más: si volver a sentarme en ese sillón o tener que hipotecar mi persona para pagarlo.

Qué caro está el mundo. Eso sí que es una peli de terror.

martes, 17 de noviembre de 2009

Ego Solidario

Aún no me acostumbro a la sensación que produce el ser el primero que abandona la casa por las mañanas y el último que llega a ella por las tardes-noches. De hecho, creo, no voy a poder asimilarlo del todo. El día que más temprano llego a casa, lo hago después de 13 horas entre trabajo, estudio y desplazamientos.

No, no me quejo en absoluto. Soy consciente del desgaste que sufro y de las secuelas que puede dejarme, pero estoy disfrutando a cada momento de mi “segunda edad de estudiante”. No me cuesta apenas nada llegar saturado de “información laboral” y sentarme a ver los procesos cognitivos del bebé entre la vida intrauterina y los dos años.

Lo que sí me cuesta un poco es saber que tras las paredes de la biblioteca, en las que reina el silencio y el ambiente de estudio, sigue estallando la vida, que anochece y la cuidad se ilumina, que los parques están repletos de niños que ríen, abuelos que pasean y parejas que se besan, que las olas del mar siguen acercándose a acariciar la orilla y se retiran lentamente en un baile hipnótico...

En tanto, adquiero conocimientos al coste de los giros que el mundo da mientras no lo miro.

- “Te gastas la vida” - me han disparado certero al pecho.

Lo sé, no lo puedo dudar, pero yo no lo veo gasto. Invierto. Verás, no sé si soy pionero en acuñar el término “Ego solidario” pero yo lo veo precisamente así:

Cierto que es ego: quiero hacer la carrera que intenté hace 3 años y a la que tuve que renunciar.  Quiero porque es un reto para mí, porque estoy enamorado de esa profesión. Pero es solidario, pues creo que me he estancado y si estudio seré más útil a las personas a las que atiendo, podré dar más de mí y dispondré de otros medios que ahora no tengo para usar.

Mi vida transcurre entre esta disyuntiva y el cansancio que acumulo día a día y del que me recupero como puedo durmiendo “excesivamente” el sábado o el domingo que me dejen el resto de compromisos que venían “de serie” en mi vida y mi vocación.

Qué aliviado se queda uno cuando saca todas sus miserias afuera…

domingo, 15 de noviembre de 2009

Se rueda

Porque no andaba a un palmo del suelo desde hacía mucho…

Mi vuelo particular:

14 Nov 2009

sábado, 14 de noviembre de 2009

Abrir el oído

Cuando no se puede hablar, cosa que me pasa demasiado a menudo de un tiempo a esta parte (las dichosas llagas…), se aprende a abrir el oído.

Todos hemos oído o escuchado (depende) grandes discursos que precisan la diferencia entre estos dos términos de los que hablo, pero cuando digo “abrir el oído” me refiero más bien a la segunda opción.

Entonces empiezas a “ser” con el otro, escuchar sus miedos y miserias, pero también sus ilusiones. Empatizas y es más fácil comprender los “mundos propios” de cada uno.

También el otro aprende, se pone en tu piel y se duele contigo. Es la otra persona la que toma las riendas y habla desde el corazón, como si entablase un monólogo consigo mismo. Emisor y receptor conectan en un plano más profundo, están más dispuestos a entenderse.

En el punto álgido del proceso se hace el silencio. Es entonces cuando la comunicación es completa. Ya no hace falta decir nada más, todo sobra. Las conversaciones se convierten en pura oración a la vida.

… Y todo eso únicamente por “abrir el oído”

Y aún hay gente que no se entiende.

127 Abrir el oído

“Quiero que escuches aunque no te diga nada”

Imagen: “See, hear and speak no evil” de MischieviousMonkey (http://mischieviousmonkey.deviantart.com)

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pelos

El corte de pelo tiene diferentes significados según el lugar del mundo en el que quieras fijar la vista. Así, por ejemplo, puede significar cambio de vida, comienzo de una nueva etapa, símbolo de madurez, cambio de actitud o incluso signo de determinación.

--- o ---

- ¡Te has vuelto a dejar el pelo largo! – me comentaba Jesús hace una semana. - Cuando te conocí lo llevabas así o incluso un poquito más largo, ¿recuerdas?

Mi respuesta fue una sonrisa y un movimiento de cabeza, pero si incluimos las respuestas que pensé la conversación hubiese sido así:

- ¡Te has vuelto a dejar el pelo largo!

[- Sí, aún estoy esperando que me cambie la vida del todo]

- Cuando te conocí lo llevabas así o incluso un poquito más largo, ¿recuerdas?

[- ¡Cómo no! fue el tiempo de mi gran crisis de maduración… esas cosas no se olvidan]

--- o ---

Llevaba desde primeros de Julio. Pensaba que mi vida estaba demasiado desordenada como para querer “comenzar de cero”, y cuando “me tocó” dejé pasar el tiempo.

125 Pelos

He vivido de naufragio en naufragio, pero han pasado las tormentas, dejó de llover y ha llegado la hora de terminar de mudar la vida. Como símbolo de esto…

126 Pelos

Ha comenzado el proceso de cambio, pero aún me quedan muchas cosas por hacer, así que me he dejado un pequeño recuerdo, motivado por mi hermana, que ha sido la que me ha dicho: “¿Te hago una trenza?”

martes, 10 de noviembre de 2009

Romu, los reencuentros, el estudio y el mito de los ligues de biblioteca

123 Romu, los reencuentros, el estudio y el mito de los ligues de biblioteca

“en las bibliotecas se liga” era la frase que acompañaba mi intención de estudiar, desde hoy mismo, en la biblioteca de la Uned.

Lejos de esa afirmación, esta tarde bibliotecaria ha sido de recogimiento y estudio prolongado, pausado y provechoso, aunque sí con sorpresa.

El silencio de hojeo de libros, pasos en el parquet y carraspeos ahogados inunda la sala haciendo cómoda su estancia. La gente mira atenta sus sabidurías personales mientras “el saber general” reposa sobre las estanterías marcadas con números en grande en la parte superior y la materia correspondiente debajo de cada estante.

Llego antes de la hora prevista y subo las escaleras hasta el primer piso, donde busco acomodo y saco de mi mochila el libro de psicología del desarrollo, la libreta y el estuche y dejo estos materiales encima de la mesa sólo por ocupar el sitio de estudio. Entonces me dispongo a buscar algún  libro que necesite de la biblioteca. Encuentro uno marcado en la base de datos con la etiqueta 800.7 Esc Art. Bajo al piso a buscarlo y me paseo por las estanterías para orientarme. De repente llego al gran número 8 donde ha de estar el libro de “las artes del lenguaje”, pero no aparece por ningún sitio. Pregunto al bibliotecario y me indica otra estantería en la que tampoco está así que desisto de mi búsqueda y vuelvo a subir y prepararme para el estudio. Siguen quedándome cinco minutos de margen para hacer “el ganso” y distraerme con las musarañas, pero prefiero hacerme el aplicado y saco mi marcador amarillo fluorescente y subrayo la primera frase cuando noto que alguien se acerca a mi mesa. Levanto la mirada y reconozco una cara de hace algún tiempo ya.

124 Romu, los reencuentros, el estudio y el mito de los ligues de biblioteca

- ¡Hombre, que casualidad! (entre exclamaciones pero siempre bajito, en tono biblioteca) – le digo

- ¡Cuánto tiempo! – me responde Romu - ¿salimos un momento y hablamos?

Entonces salimos a la puerta de la biblioteca y nos saludamos en condiciones, sin protocolos silenciosos, y me comenta por qué me lo he encontrado allí, y es que estudia Física a distancia y se pasa 8 horas al día aproximadamente en aquel primer piso. Le cuento mis andanzas estudiantiles y cruzamos un par de frases sobre mi trabajo, los antiguos compañeros y las quedadas a las que yo no pude ir por mi torpe rodilla, que, crucemos los dedos, últimamente no me está dando demasiados problemas.

Todos sabéis que yo no soy de hablar, que me cuesta un poco, que prefiero otros métodos de comunicación. Él tampoco es extenso en palabras, así que tras ese par de frases hemos decidido volver al estudio.

No habrían pasado ni cinco minutos de charla, sólo el tiempo que se tarda en llenar una botella de agua en la fuente y un par de miradas fugaces a la sala donde nos encontrábamos, pero ya me ha servido para dos cosas: primero) para encontrar compañero de estudio, siempre que elija la biblioteca como “sitio oficial”. segundo) para comprobar que los reencuentros suelen suceder donde menos te esperes (¿más pruebas?)

Vuelvo a mi asiento, recojo mis “pertenencias” y me mudo a su mesa, para sentirme acompañado, aunque no hemos cruzado palabra. Media hora después ha considerado que su jornada de 8 horas de estudio ha concluido, ha recogido sus cosas y ha acabado nuestro encuentro con un sencillo “aquí estoy de lunes a jueves, más o menos hasta esta hora”. Yo me he despedido con un “te buscaré” y una sonrisa, un apretón de manos y he continuado mi estudio de los procesos psicológicos del bebé.

Es siempre grato encontrar caras conocidas sea cual sea el ámbito en el que te encuentres.

 

imagen: “Library” de derkris (http://derkris.deviantart.com)

lunes, 9 de noviembre de 2009

El muro

La línea azul pintada en el suelo de mi taller la semana pasada, que amenazó con  desparecer y estuvo a punto de cumplirlo, se ha convertido ahora en algo menos “borrable”. Esta mañana al entrar al taller he notado que éste había menguado un poco, que faltaba el color azul de la pared del fondo y las estanterías donde reposan tranquilas las piezas de cerámica, y que el horno había dado paso a un hueco parecido al que se deja para hacer una puerta.

Todo lo que se podía ver desde el ojo de buey de la entrada ha sido sustituido por un muro gris con manchas blancas a medio terminar, que divide nuestro búnker en dos mitades. Con ese muro se acaban las grandes multitudes ruidosas que habitan por estos lares y que tienden a reunirse al comenzar las mañanas para ir creciendo en intensidad de decibelios a medida que transcurre el día, pero también se acaban los “¿sabes de que me he enterado hoy?” y los “¡qué fuerte lo que me acaba de pasar por el pasillo!”

Por lo pronto y como medida preventiva ante la inminente extinción comunicativa con los compañeros de C.O., hemos tomado dintel y jambas de la puerta central como trinchera y hemos convertido esa futura puerta en punto de encuentro y almena de vigilancia.

El toque de humor lo da, como siempre en este mundo extraño, uno de ellos, de los míos, que al cruzar el umbral para buscar su taquilla, nos envía mensajes en “código morse” a través del “nuevo elemento” del taller.

Vamos a necesitar algunos días de esta semana para acostumbrarnos a no ver el espacio, casi diáfano de no ser por un par de sillas que iban y venían, que había (utilizando el pretérito imperfecto, el que define nuestras realidades) en C.O.

“…Y te vas al muro donde acaban todos…”

domingo, 8 de noviembre de 2009

Pepe y Paloma (7 Nov 09)

122 Pepe y Paloma

Quiero atar mi vida a tu vida
uniendo los labios hasta morir
En lo bueno y en lo malo
en todo momento estar contigo
A cada paso de Dios
en lo difícil y en lo sencillo


Y NO CABE EL CORAZÓN
DE LA GRAN FELICIDAD
QUE AHORA SIENTO
PORQUE TÚ ESTÁS AQUÍ
PREPARADO PARA SER COMPAÑEROS


Quiero atar mi vida a tu vida
uniendo los labios hasta morir
En lo dulce y en lo amargo
en todo momento estar contigo
A cada golpe de amor
en lo prohibido, desconocido

Y NO CABE EL CORAZÓN
DE LA GRAN FELICIDAD
QUE AHORA SIENTO
PORQUE TÚ ESTÁS AQUÍ
PREPARADO PARA SER COMPAÑEROS


Y a pesar de no saber
contigo andaré por todos tus senderos
Y en lo oscuro seguiré
entre luces viviré en el Amor primero

Compañeros – Almudena

¡FELICIDADES HERMANOS!

jueves, 5 de noviembre de 2009

Jornadas deportivas para gente no-normal

Esta mañana hemos cogido los bártulos y hemos hecho una pequeña excursión a Alhaurin el Grande, al polideportivo para asistir a las XI Jornadas de Baloncesto Adaptado.

¿Por qué digo “gente no-normal”? No me juzguéis cruel. Simplemente pienso que no es normal disfrutar tanto como ellos lo hacen, sin poner trabas al desarrollo del día, sin decir “no tengo ganas” como hemos hecho alguna vez alguno de nosotros. Sólo se limitan a pasárselo bien.

121 Jornadas deportivas para gente no-normal

Yo, que me contagio de estas bobadas, he disfrutado muchísimo también, solo con ver cómo sonreían mirando un partido de baloncesto o botando un balón, e incluso viendo cómo sacaban de quicio a sus monitores deportivos, que intentaban una y otra vez que los ejercicios predefinidos fuesen lo más correctos que pudieran, intento que ha durado los cinco primeros minutos, cuando por fin han caído en la cuenta de que es mejor ser “no-normal” y reír como niños jugando con ellos.

Nada más empezar, haciendo la cola de los “representantes” de los centros que han participado, se ha acercado un muchacho a mí con un cartel de su centro y me ha dicho sonriente:

- Hola, me llamo Álvaro y este es mi amigo Carlos, ¿qué tengo que hacer?

- Tú sujeta fuerte el cartel y pasea enseñando de dónde eres, ¿vale? y pásatelo bien, ¿de acuerdo?

- Pero ¿tengo que levantarlo en alto y moverlo, o enseñarlo a las gradas o algo? Es que estoy algo nervioso porque yo lo que quiero es jugar.

En ese momento, estos dos chicos han entrado en mi casa y han abierto puertas y ventanas, dejando que entre aire fresco y remueva el polvo acumulado en la vocación, y he vuelto a vislumbrar por qué me gasto la vida luchando contra las olas de realidad que día a día llegan a mis costas. Al rato me he vuelto a encontrar con Álvaro y nos hemos hecho una foto, que he prometido darle.

Empezada ya la jornada me he divertido muchísimo acompañando a los míos a las actividades. Ha sido una gozada ver a Carlos (el mío) “botando” el balón (se ha dado en la cara el pobre…) o a Óscar tirando a canasta, pero lo que más me ha sorprendido del día de hoy ha sido ver a Miguel Ángel entusiasmado con algo, y ese algo es el basket. No lo había visto nunca apostar tan fuerte y mostrar sus gustos tan abiertamente. De hecho le he preguntado cuándo formábamos un equipo, y me ha contestado sin vacilar: “Cuando quieras, me gustaría”

Hemos pasado una mañana agradable en Alhaurín, hemos jugado mucho, nos han dado medallas, camisetas y diplomas, hemos visto “la gran final del torneo”, donde jugaban mis dos nuevos amiguitos, Carlos y Álvaro, les hemos animado hasta la victoria y al final hemos vuelto sonrientes a nuestros quehaceres.

Una vez más, verlos disfrutar es lo que me salva de todas las demás Tonterías que existen por este “mundo de la discapacidad”

Imagen: “Basketball” de Siriusblakk (http://siriusblackk.deviantart.com )

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Premio Blog del Día (1 de Noviembre de 2009)

Comenzar a escribir un blog es como pasear por un bosque. Al principio paseas admirando el paisaje, contemplando la naturaleza ya creada, y empiezas a percibir sus preciosos sonidos, el trino de los pájaros, el aire entre las hojas de los árboles, el cantar del río…

Luego, maravillado, comienzas a silbar tu propia melodía. Y ves que toma concordancia con el medio, que no es estridente comparado con el rumor del bosque, que sintoniza.

Y un día tu silbido rebota en las paredes de las montañas que te rodean y vuelve el eco. Y no sólo percibes la Vida que te rodeaba en tu paseo, sino que la compartes y se comparte contigo.

 

Agradezco los “sonidos” de los que me enamoré: Ridícula calamidad, Naufragada, Para morir joven ya soy demasiado viejo, Tras las huellas, Momentos…, Exceso de Vida, En cumbres borrascosas, Sueños felinos y otros blogs que me he cruzado en mi camino.

Agradezco mis propias melodías: Músico(en)terapia y este humilde blog.

Y Agradezco aquellos “ecos” que llegaron a mis oídos, los comentarios de las personas que “me leen” en mi rinconcito de caos y Vida: Patricia, Rocío, Antonio M., Gonzalo, Ana, Israel, Silvia y otros tantos que se me quedan en el tintero, pero los aprecio igualmente.

Y agradezco que mi “silbido” guste, y que se me haya incluido como “Premio Blog del Día”

Es tanto lo que tengo que agradecer en mi particular paseo…

MUCHAS GRACIAS

119 Premio Blog del Día

martes, 3 de noviembre de 2009

Después de la noche

119 Después de la noche

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

Después de la oscuridad, de quedarse inmóvil al borde del camino, de bajar la cabeza. Después de autocompadecerse  y de sentir que nada vale la pena…

Al fin llega el día, lentamente, desperezándose. Y Dios, que hace milagros (¿quién lo duda?), entra en mi noche y me salva del morir, cala en mí como la lluvia en la tierra reseca y me susurra al oído: “Ven a mí, fíate, que nada podrá separarte del amor que te tengo”.

Y vuelvo a percibir colores que en la noche no se distinguían. Y siento su (Tu) presencia y me percato que sólo el amor, Su Amor, me ha guiado en medio de tantas tempestades atravesadas.

Me levanto en ese momento y soy capaz de decirle: “Tu eres mi fuerza, mi roca”, como entonando un nuevo salmo personal en mi vida; ¡Qué digo!, ¡VIDA!, ¡con mayúsculas!.

Y al final descubro que tenía razón, y nada vale la pena… comparado con Tu Amor.

 

 

Gracias, mis hermanos. Me siento tan pequeñito y Dios me regala cosas tan grandes… Por ejemplo vosotros

jueves, 29 de octubre de 2009

Uno de ellos eres tú

Es la hora de “comentar la jugada” en el taller. Estamos los monitores reunidos y hablando mientras cada uno hace sus tareas, cuando alguien se me acerca por detrás y posa sus manos en mi hombro. Me giro y veo a María del Mar con cara sonriente:

- Hola Shakira – le digo (es la mejor manera de que te conteste)

- Hola Johnatan – me contesta (Ese soy yo… para ella)

- Dame un beso, anda – le pido, a lo que ella acepta complaciente. – El otro día me amenazabas, hoy estás más cariñosa.

- Ya, es lo que hay, pero el beso en la cara, ¿eh? a mí en la boca no. – finaliza.

De repente empieza a acariciar el pelo:

- ¿Me estás peinando?

- Claro.

Baja sus manos a mi cara:

- Y ahora, ¿Me estás peinando la barba?

- Calla. Te estoy afeitando.

- Ah vale – y me dejo acariciar

En un momento ella susurra algo incomprensible, pero distingo un nombre propio, José Miguel:

- ¿Quién es José Miguel, Shakira?

- Mi novio.

- Ah, ¿sí?

- Yo es que tengo dos novios – me mira de reojo

- ¡Mírala, ella! Y ¿quienes son? – me aventuro sabiendo que me estoy metiendo en terreno sembrado.

- Uno de ellos eres tú, el Johnatan – me mira y ríe burlona sabiendo que he caído en su trampa. Sabe que ganó el juego.

Entonces suelto una carcajada de rendición, le doy su beso en la mejilla, y se vuelve contenta de haber salido victoriosa en la batalla. Pero, no se conforma con esto. Se gira de nuevo y me dice:

- Otro día me preguntas otra vez.

Me encanta hablar con ellos. Es siempre un juego divertido e inteligente. Mucho más inteligente que otras conversaciones con gente denominada “normal”.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Leer

118 Leer

No se escribe para ser escritor, ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido estas habilidades básicas. De otro modo se dependerá de quien las posea del mismo modo que aquél que no sabe hacer una tortilla depende de quien se la hace. Por lo que se refiere a las tortillas, ya dependemos de industrias especializadas en platos preparados, precocinados, predigeridos y previsibles. En cuanto a la lectura, se da el caso de que a medida que aumenta el número de personas alfabetizadas, aumenta también el de las personas que no entienden lo que leen. Llamamos a esto analfabetismo funcional, si me permiten el juego de palabras, porque funciona muy bien: cada día estamos más torpes.

Con frecuencia, se nos pregunta a los escritores por qué escribimos, pero no se pregunta a los lectores por qué leen. La respuesta sería idéntica, ya que la escritura es un espejo de dos caras. En una de esas caras se mira el escritor y en la otra el lector, ambos a la búsqueda de una imagen articulada de sí mismos, del mundo.

Saber leer, pues, es saber leer la realidad y encontrarse en disposición de estar o no de acuerdo con ella. Saber leer es saber leerse, construirse, cocinarse a uno mismo en lugar de tomar la versión precongelada, precocinada, predigerida y previsible de sí que ofrece el mercado de la autoimagen.

Curiosamente, el desarrollo de los alimentos precocinados ha sido paralelo al de la industria de la autoayuda. En el primer caso se trata de hacer unas albóndigas sin pasar por la complejidad del sofrito y en el segundo de creerse una identidad sin aprender latín. Ambas cosas son posibles, desde luego, pero al precio de perderse lo mejor de la comida. Y de la vida. Quiero creer que la institución de este premio parte de la premisa de que la lectura es imprescindible para interpretar la realidad, lo que ya es un modo de modificarla.

Juan José Millás.

117 Leer

Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)

26 de Mayo de 2005

martes, 27 de octubre de 2009

Morir matando

He perdido, lo asumo.

Me ha podido esta situación insostenible que atraviesa puertas y ventanas, que inunda el aire de un hedor irrespirable a derrota. Todo termina, se huele. Todo termina, incluso la vocación y la ilusión por hacer de este trabajo algo “especial”.

Pero no me doy por vencido. He de morir contigo a mi lado. Por lo pronto preparo bombas que voy lanzando tras los muros. Mi táctica es llamar educadamente a las puertas y ofrecerlas como regalo, y es tan grande el ego que se reciben con una sonrisa.

Ya se firmó la injusta Sentencia, pero con esta batalla que tú supones ganada, has bajado la guardia, te has relajado y has dejado el costado descubierto para asestar el golpe de gracia que hará que caigas con todo el peso que has ido acumulando en este año (y los anteriores).

… y cuando caigas te esperarán esos a los que tu propio pie pisoteó para arrancarte el paso.

 

¿Aún no tiemblas?                                                         Tiempo al tiempo.

lunes, 26 de octubre de 2009

La Gran Boda en Priego de Córdoba (y su fin de semana correspondiente)

Si tuviera que calificar el fin de semana la palabra ideal sería “intenso”

El viernes al acabar el trabajo, tuve tiempo de ducharme y de salir “escopetao” de mi casa para poder llegar. Habíamos quedado para salir todos juntos hacia Priego de Córdoba, lugar donde se celebraría la Gran Boda (número 1). Después de hacer acto de presencia en una concurrida calle, donde tuvimos que parar “de emergencia” y por la que pasaron unos amigos de azul que pararon casi a saludarnos… (ejem…) partimos hacia tierras cordobesas donde nos esperaba nuestro hermano Jose para guiarnos hasta la casa que alquilamos. La casa increíble: tres pisos, dos habitaciones comunes (salones) y cinco dormitorios enormes, con sus baños y cocina  (y terraza!!) evidentemente, donde nos sentimos acogidos desde el primer momento. La noche del viernes jugaríamos al escondite al revés porque la casa lo pedía a gritos, no sin antes haber visitado la iglesia donde al día siguiente ocurriría “El Momentazo” .

El sábado amaneció tímidamente, cansado de haber estado jugando al escondite y hablado hasta las cuatro y media de la mañana con Amores y conmigo. Aún así se desperezó contento y comenzó con música. A las once y media de la mañana ya estábamos todos los habitantes de la casa (catorce en total) en la iglesia, ensayando las canciones para la boda. Por cierto: preciosa, amena y llena de detalles. La novia iba guapísima más que por el vestido (que también) por su sonrisa, que compartía con él (su novio) a cada instante. La misa estuvo plagada de gestos sencillos y miradas que reflejaban la ilusión de ambos en ese día. Hubo llantos (muchos) de alegría y una cuantas risas, unas canciones precisas y preciosas, cantadas desde el corazón, como regalando la voz a los novios, y muchas cosas que hicieron “El Momentazo” muy especial. La alegría se alargó hasta casi las doce de la noche, por mi parte, ya que hubo gente que tuvo más fuerza que yo, pero entre tú y yo: doce horas de boda me parecen suficientes. La comida muy buena, muy sencilla… ¡y mucha!, y el baile posterior genial, y la disco después también. Pero lo que tiene valor incalculable en ese sábado es celebrar el Amor junto a mis hermanos, de Emaús, de Virgen de la Sonrisa y de otras comunidades que también se encontraban por allí, y junto a mis hermanos Curro y Chari, “los novios”, mis amigos, mi familia. Es una alegría comprobar que Dios los quiere “uno junto al otro”.

El domingo llegó irremediablemente, colándose entre las sábanas y despertándonos furtivamente. Mientras se despertaba el resto, charlamos sentados en las camas mientras el subconsciente hacía que algunos de nosotros oliera a churros. Que no tardaron demasiado en llegar. Justo antes que la comida, acompañada por Jose, llegaron los novios, ya esposos, a nuestra casa a desayunar con nosotros, lo que supuso más llantos de emoción. Desayunamos juntos mientras esperábamos la llamada de “ella”. «No puedo con tantas emociones en un solo fin de semana» me decía Carmen Nieves. Y llegó, y conoció, y paseamos todos, y hablamos, y comimos, y casi da gracias… (jeje) y pasamos una excelente sobremesa llena de risas y anécdotas escolares. Después tomamos café (y colacao) y llegaron las despedidas y la vuelta a casa (y más preguntas). Tuvimos un viaje tranquilo de vuelta a Málaga, y al llegar descubrimos el mercadillo medieval, que visitamos sí o sí, encontrándonos con la mitad de la gente que el día anterior estaba en Priego con nosotros. Y al fin llegué a casa…

Confirmo: Intenso es la palabra adecuada, y eso que me dejé un montón de cosas sin contar.

jueves, 22 de octubre de 2009

Guerra escrita

De un tiempo a acá la frase del día es «¿A que no sabes de qué me he enterado hoy?…». No pasa una jornada en nuestro taller sin que algún comentario afilado traspase las barreras de las puertas abatibles que nos separan de la estupidez humana.

Aún no sabemos que se está cociendo tras las “impenetrables” puertas no-abatibles de la dirección general y “otras direcciones”, pero por si acaso, llevamos unos días preparándonos para el caos. Evidentemente esta situación con la que acabamos el verano, justo antes de olvidarnos de la empresa “por vacaciones”, se iba a retomar al comienzo del nuevo curso, solo que Septiembre se ha ido escapando furtivamente sin hacer demasiado escándalo, por miedo a llevarse un arañazo con tanta garra levantada. Ha sido el mes de Octubre el que ha alzado la voz haciéndonos sacar los convenios colectivos y empezar a hacer cálculos aproximados y a veces exactos, y animándonos a decir «¡¿Qué?!» y «¡No!» o «¡De ninguna manera!» tantas veces que perdí la cuenta. Hay una novedad en todo este asunto: Antes éramos “todos contra todos” y ahora hay “dos bandos”, aunque ninguno de una solidez absoluta, pero al menos “el enemigo” está definido por ambas partes.

Parece ser que se ha impuesto la moda de escribir, porque la empresa se va llenando poco a poco de papeles firmados y sellados “exponiendo” y “solicitando” casos y cosas. Nosotros, dispuestos a dejarnos influenciar por esta tendencia actual, hemos sacado punta al teclado y al ratón y hemos ido calentando el escáner de la impresora por si se diera el caso.

Ya lo dije una vez y hoy lo vuelvo a repetir, pues esta guerra escrita conlleva un riesgo: «Escribir es pensar más sutilmente, pero hay un inconveniente: te pueden entender.»

 

¿A qué viene todo esto?. Pues a que en este baile de máscaras ya nos pisaron demasiados dedos.

Estalló la contienda.

martes, 20 de octubre de 2009

Nacho

116 Nacho

Decir “Nacho” me deja un olor a consuelo en el recuerdo.

Lo conocí hace ya un tiempo. Solía pasar en zapatillas por mi vida, cruzándose conmigo por el pasillo de su casa cuando sus hermanos me acogieron.

Luego se cansó de rodear mi muralla y aprovechó mi “paso atrás” para ponerse a mis espaldas y acompañarme a retomar el camino hacia adelante. Me gusta pensar que llegó a mí en ese momento, pues antes éramos casi desconocidos. Desde entonces se ha ido acercando cada vez más a mí como si supiera que lo necesito (tal vez lo sabe…)

Su nombre me recuerda a Pascua y a paseos por la playa, a llantos y abrazos reconfortantes, pero también a verano y risas y planes y patinaje, a Madrid y Cádiz (aunque no coincidiéramos por tus naufragios, que también los tienes), a mi tierra, a mi casa, que aún no sé donde la tengo.

Hablar de mi hermano Nacho es hablar de infancia hecha hombre, de pura inocencia, de chistes y risas, pero también es hablar de profundidad y compromiso, de ser pobre, humilde y de pensar en el otro por encima de todo. He aprendido muchísimo de él estando sentados en un bordillo en plena calle, yo con mis naufragios que me caracterizan y él con toda la sabiduría de haber pasado por el mismo camino que yo y por alguno que otro más. También ha sabido contagiarme ese espíritu de niño y he disfrutado tocando (y bailando) “el llanero solitario” a su lado.

115 Nacho

Nacho es otro más de los regalos de Dios me hace ¿Cómo no agradecerle que lo cruce en mi camino?  (hoy es su cumpleaños… lo felicito y me felicito por tenerlo entre los míos)

lunes, 19 de octubre de 2009

De celebración cumpleañera (17-18 de octubre)

113 Cumpleaños

Daniel Domínguez es una de las personas más “originales” que conozco. Tiene un sentido del humor extra-desarrollado y no sabe “ser” si no es es esa misma clave (la de humor).

Ayer celebramos su cumpleaños (18-10-09) en el Pimpi, ese sitio donde entras erguido y sales doblado e incluso con necesidad de apoyar alguna de tus extremidades en el suelo para ayudar a las piernas. Hicimos tiempo bebiendo y charlando y riendo y todos los gerundios posibles relacionados con el cachondeo hasta que dieron las doce de la noche, la hora a la que empezaron a aparecer los regalos. El primero fue una caja de pizza “especial” con un marco de fotos de Dani con un monton de gente, seguido de dvds, cds, películas y juegos de wii con corona de papel para el cumpleañero e invitaciones para “mi gran fiesta de cumpleaños”. Echamos el resto hasta agotar las botellas de vino dulce que había sobre la mesa, mientras las chicas miraban a Hugh Jackman (ya quisieran ellas) y hablábamos sobre “la cruda realidad” y las primeras citas y después nos fuimos de bares.

114 Cumpleaños

- Me maleáis. No podéis hacerme esto, yo tengo una vida normal y moral. Soy un hombre decente y me estáis maleando. «Ayer llegué a las 5 y pico de la mañana de hoy» (Curro Ayllón ®)

En fin, la noche genial, la compañía muy grata, el cumpleañero muy generoso (nos invitó con 3 euros imaginarios que pusimos cada uno). Total… que he llegado también a las 5 de la mañana.

Muchas Felicidades, Dani, fue una gran noche.

«Voy a decir unas palabras: Coche, batidora, perro, tarta» (Daniel Domínguez ®)