jueves, 31 de diciembre de 2009

Un vistazo al 2009

Aviso al lector: Sé que es algo larga la entrada, pero comprenda que las evaluaciones anuales son, como su propio nombre indica, sólo una vez al año, afortunadamente para usted, que lee, y para mí, que las escribo. Gracias por su comprensión.

Ciertamente este año 2009 tiene un tinte bastante oscuro, pero para poder valorar la luz hay que pasar a veces por momentos como este. Ahora, a la orilla de la luz, puedo mirar hacia atrás y respirar profundamente.

145 Un vistazo al 2009

Enero llegó con sueños a la espalda y grilletes en los pies. Durante los primeros cinco días pude “pegar el estirón” y crecer en espíritu, estando en Limpias. Hasta allí me persiguieron las malas noticias: hubo que decir “adiós” a uno de “los míos”. Después del día de reyes empezaron a notarse las enfermedades y las crisis, e incluso tuve un “problema de tallas”. Recuerdo que repetí en varias ocasiones “Ojalá llegue Febrero”.

146 Un vistazo al 2009

Y Febrero no se hizo esperar, pero con él vino un tornado que arrasó mi barrio y alguno que otro más. Durante este corto mes pude comprobar que las crisis son totalmente necesarias y que todo el mundo necesita sus “12 segundos de oscuridad”. Desgraciadamente mis 12 segundos se alargaban demasiado, entre quebraderos de cabeza y preparativos para el mes de marzo. “San Pedro” me bendijo en este mes.

147 Un vistazo al 2009

Marzo vino a darle un giro a mi mundo. Sin saber cómo exactamente me convertí en misionero y viajé a Puerto Rico. Dios me esperaba allí para mostrarse en el niño, el joven, el enfermo… El corazón se me llenó de nombres: Cheyla, Gerardo, Héctor, Don Moisés, Iván, Lourdes, Trini, Jessica… Comprendí el significado de la palabra “pobreza” realmente. Pero todo este regalo que ahora plasmo desenvuelto venía cubierto por un manto negro que me aterrorizó. Cuando vine a darme cuenta de mis pasos ya estaba metido en el desierto y llegó el miedo.

En Abril naufragué, y entre los restos de este naufragio nació este blog. Comencé a mirar de lejos, me sentí perdido y escapé rumbo al calvario para morir, pero no resucité. En este momento de la historia llegó un viento fresco a chocarse conmigo, a compartir muertes. El Viernes se convirtió en símbolo, me cansé de ser hombre como Neruda y pedí un deseo de cumpleaños: Cambiar de vida. Me sentí Garfio, viajé hacia el azul a encontrarme con mis hermanos y prometí un castillo.

148 Un vistazo al 2009

En Mayo eché de menos a mis amigos, me pregunté ¿Dónde está mi casa?, leí El guardián entre el centeno, viajé a “la línea, málaga”, hablé conmigo mismo y llevé a cabo lo que me hería desde Marzo (o desde Agosto’08). Desde entonces todo es cuesta abajo, pero con resistencia. Aprendí (me enseñaron). En este mes nació Músico(en)terapia y me hicieron cuatro preguntas. También en este mes pudimos hacer un almuerzo con mi familia de Campillos. Vi a mi abuelo reír a carcajadas.

Junio trajo olor de campamento del que hice una crónica y me sorprendí sonriendo. Viajé a Madrid y me regañaron en un museo. Me dijeron “te noto bastante bien” y es que había luchado mucho por asomar la cabeza fuera del charco. Jugué a las cartas, me propuse mirar con otros ojos, hice algún que otro descubrimiento y pensé en plantar pensamientos.

Julio. Naciste canción. Soñé con volar de nuevo. Me dijeron “cuéntame tu naufragio” y comenzó un andar en compañía, andar del que ahora estoy muy agradecido, porque me ha clarificado el camino. Comencé a hacer un puzle en familia, que hoy está colgado en la pared del salón. Me di un paseo de los que llenan el alma y escribí una carta. Me dijeron “leo tu blog”, frase que se ha convertido en estandarte. Planté árboles con ellos. Las cosas se pusieron grises en el trabajo, empezaron a sonar campanas de juicio. Wendy besó. Viajé de nuevo al azul y llegó a mi vida una guitarra. Deseé las vacaciones un día antes de que me las dieran.

Agosto pasó desapercibido hasta mediados de mes. Prometía playas y viajes y cumplía, pero una tarde de playa me asaltó una llamada telefónica: “Está muy mal”. Tanto que se me fue para arriba el día 12 de Agosto, con Papi Dios, mi abuelo. El día de su despedida tomé de su ataúd la llave que ahora viaja conmigo y me fui a Cádiz a la boda de un Amigo (con mayúsculas). Comprendí que la vida está en constante movimiento, y hay que aprender a moverse con ella. El resto del mes se me llenó de actividades para no pensar. Al final necesité el mes de Septiembre.

Y llegó para engullirme en la rutina, para adormecer mis dolores. En Septiembre, tras haber tocado fondo, comenzó la nada fácil escalada. Me propuse un nuevo reto, comencé a estudiar una carrera. Hice una propuesta a pecho descubierto, comprendí mejor mi naufragio, me reí hasta que me dolió el estómago, me ilusionó mucho la música, entré en el certamen de Sax y comencé a “abrazar la noche”. Di otro “adiós” sentido como el de Enero y volví a irme de campamento.

Octubre: “Todo dice sí”. Nos dimos un mes el día de San Francisco. “De mí sin ti ¿qué sería? / sin este dulce tormento / que me complica la vida”. Me vacuné contra la gripe y otras tonterías y empezó la Guerra Escrita en mi trabajo. Se casaron dos grandes Amigos y compartí de nuevo con “vosotros”.

149 Un vistazo al 2009

En Noviembre grabamos disco, se disiparon las oscuridades y me sentí preparado para cantar “Vuelvo”. Y volví. Me dieron el premio Blog del día. Renovamos un mes más. Se casaron dos Hermanos. Mi taller se dividió por un muro. Me corté el pelo y me dejé un símbolo condenado a desaparecer en breve. Patiné. Conversé con Dios y volví a tropezar. Entré en el adviento como Alicia en la madriguera, cayendo.

Diciembre, mes de la normalidad (relativa): Mi blog tuvo himno, me fui de ejercicios espirituales y encontré Paz, no acabó el cuento pero dejamos de contar, abracé, di unas clases de baile para la vida, dejé de trenzarme el peso del alma, se acabó el naufragio, dije “sí” por cuarta vez, descubrí milagros de andar por casa, viajé (mucho) y crecí (mucho), y llegó la Navidad.

 

Y al fin miré hacia atrás y me quise.

31 de Diciembre de 2009

martes, 29 de diciembre de 2009

Los Santos Inocentes

Tradicionalmente, en el día de los Santos Inocentes se gastan bromas y se cuelga el archifamoso monigote de papel en la espalda de la gente.

Muy alejado de la “tradición popular”, el día de los Santos Inocentes tiene su origen en la conmemoración del día en que el rey Herodes mandó asesinar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, para asegurarse la muerte de Jesús. Como ven, nada de bromas.

Quizá por eso hoy he de ceder la palabra a José Cervantes Gabarrón, sacerdote misionero y profesor de Sagrada Escritura, y citar su artículo, que me ha llegado hoy al correo y que se titula “Herodes era un aficionado”:

144 Los Santos Inocentes

Los dos primeros capítulos de los evangelios de Mateo y Lucas no tratan de mostrar tanto lo que a Jesús le pasó desde el principio cuanto de mostrar quién es Él desde su origen. Un ejemplo de ello es la narración de Mateo que nos cuenta el origen de Jesús con una perspectiva de Pasión (Mt 2,13-21). Jesús no ha hecho más que nacer y su presencia desagrada al poder establecido. La hostilidad de Herodes y de los fariseos buscando la muerte del niño prefigura el destino de Jesús en la cruz y las persecuciones de los discípulos en la iglesia naciente. Pero tampoco hay duda alguna acerca de la historicidad de un Herodes sanguinario y criminal que provocó la muerte de niños inocentes en la época de Jesús. Y el alcance trascendental de aquel acontecimiento que conmemoramos nos lleva a reflexionar sobre el valor de aquellos relatos en el tiempo presente.

Debido a la indefensión de los no nacidos, en su silencio, clama al cielo la vida destrozada, literalmente legrada, de muchos más niños eliminados del vientre materno en España (115.812 abortos en 2008) que los niños nacidos asesinados en tiempos de Herodes (probablemente unos 100). Lamentablemente, entre tanto alarde de la defensa de los derechos humanos, hemos entrado en picado en una cultura verdaderamente herodiana donde dirigentes y legisladores se atribuyen derechos que no les pertenecen, pues el derecho a decidir sobre la vida de un niño ya concebido no lo tiene nadie, y tampoco les pertenece el derecho a educar con estos criterios. La nueva ley que entrará en vigor pronto despenaliza el aborto en tantas situaciones que prácticamente lo liberaliza. Sin embargo, la dignidad inalienable de todo ser humano, independientemente de las circunstancias de su concepción (ni siquiera por violación) y de sus posibles malformaciones en su gestación, es un derecho para toda persona y principalmente para los más indefensos, los no nacidos. Cuidar y proteger la vida de todos los seres humanos es un deber moral de la familia, del Estado y de todos los responsables sociales, pues la vida es un don y por eso atentar contra la vida de los no nacidos es un crimen.

Algunos se intentan explicar diciendo que se trata de “garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva para evitar embarazos no deseados”. Se diga lo que se diga y se inventen los eufemismos que quieran al más puro estilo nazi, lo cierto es que quitar la vida a un niño no nacido es matar a un ser humano, y no es lo mismo que evitar un embarazo. En todo caso, además de la gravedad del aborto cometido, lo peor es que estamos inmersos en una cultura herodiana en la cual ya se funciona como si nada sucediera cuando alguien decide que un niño con alguna malformación no tiene derecho a la vida y se le hace abortar. Prácticamente ésa es una creencia bastante generalizada, en la que se vive, pero no por ello deja de ser una grave trasgresión de la conciencia, que puede convertir incluso a algunas madres en auténticos Herodes en esta sociedad avanzada, tan avanzada que cuando quiera llorar por sus hijos, no querrá ser consolada porque, literalmente, ya no existen. Entre los llantos más desconsoladores que me he encontrado en la vida se encuentran los llantos de mujeres que han abortado, pues aunque son perdonadas de parte de Dios, a sí mismas no se pueden perdonar.

Imagen: “Newborn II” de LightWorks (http://lightworks.deviantart.com)

viernes, 25 de diciembre de 2009

Bendita noche

143 Bendita noche

Bendita noche en la que te puedo tener en mis brazos.

Tuviste que nacer, pobre niño mío, en la oscuridad de un  pesebre, sin más calor que el de mi regazo, sin más arrullo que el de la noche. Una noche que ahora es tuya, mi Señor, mi Vida.

No sé hacer más que contemplarte. Tú, Salvador anunciado y tan indefenso. Tú, tan grande, tan Hijo del Altísimo, y tan pequeño, tan fruto de mi vientre. Tú el Mesías que cambiará el mundo con sus manos, esas manos ahora diminutas que sostengo entre las mías. Tú tan Dios que me asusta pensar que un día me llamarás “madre”

Duerme, cielo mío, que el mundo no es fácil. Sueña, que ahora es tu turno, porque mi sueño hoy se ha cumplido.

María.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Por un agujero en el zapato

142 Por un agujero en el zapato

Tengo un agujero en mi zapato izquierdo debido al desgaste de tanto camino hacia adelante y hacia atrás. La plaquita metálica que hace de horma y plantilla asoma por el agujerito de la goma haciendo un gracioso “clic” a cada dos pasos (recuerdo que es sólo el pie izquierdo…)

Mi madre está deseando tirar los zapatos, pero no puede por dos motivos: me encantan y son los únicos que tengo. Así que lo más seguro es que sus majestades de oriente me traigan este año un par de zapatos nuevos.

El inconveniente que tienen es que es invierno y en esta época del año las brisas heladas esperan detrás de las esquinas para rozarte las mejillas y las nubes se reúnen para llorar en común las desdichas de la madre tierra. ¿Que por qué es un inconveniente? Está claro, lleva tres días lloviendo en mi tierra y me paso las tardes caminando, así que siempre llego a casa con el pie izquierdo empapado.

Te estarás preguntando, lector,  por qué te hablo hoy de mis zapatos. Pues bien, hoy me di un largo paseo en balde (sin entrar en detalles), caminé casi cuarenta y cinco minutos bajo la lluvia. Tomé el camino que pasa junto a la estación de autobuses y volví a ver a gente acostada en el suelo, como de costumbre, arropadas por unos cartones, pasando frío y hoy, por si fuera poco, con el temporal. No sé qué cara tienen, no me atrevo a mirarlos, me avergüenzo. Cada día que paso a su lado pienso en recoger mantas usadas y dárselas o en preparar una noche café e invitarlos. La cuestión es que andar a su lado me mueve el corazón.

Esta noche al llegar a casa con el pie izquierdo empapado y mientras me acomodaba pensaba: “Ellos acabarán de agua hasta arriba, qué injusto”

En fin, he decidido seguir usándolos hasta que ya no aguanten más. Me recuerdan que hay gente durmiendo en el suelo al lado de mi casa y que no pueden preocuparse de si sus zapatos tienen un agujero, pues a lo mejor ni tienen zapatos.

Soy inmensamente rico. Me he dado cuenta por un agujero en el zapato.

martes, 22 de diciembre de 2009

Mezclas

Él es un showman por sí solo. Se llama Paco, Pakiteit para el mundo de la música, y su especialidad es el Beatbox (para los que no lo sepan el beatbox es la habilidad de imitar sonidos con la boca, sobre todo instrumentos y cajas de ritmos).

 

Desde que nos conocimos andamos buscando la oportunidad de hacer algo en común, y hemos empezado haciendo nuestros pinitos interpretando canciones conocidas como el "stand by me" y el "movin'", pero la verdadera mezcla surgió de casualidad. Yo tocaba la guitarra en la escalera de un escenario de teatro en Limpias, al acabar un festival misionero, y se acercó por mi espalda y comenzó a seguir mi canción con sus bases. Entonces descubrimos que se oía bastante bien la fusión y decidimos probar suerte con otros temas de mi repertorio. Fruto de esto surgió "Contigo", una canción que compuse hace ya bastantes años y que necesitaba renovar para no dejarla al olvido.

141 Mezclas

Colgué el audio en myspace esta tarde. www.myspace.com/curroayllon 

La grabación de esta canción es totalmente pirata, con el micrófono de un teléfono móvil, con una guitarra algo desafinada, y con un montón de ruidos de ambiente. Aún en estas condiciones, ¡este hombre hace genialidades!

Y ya que estamos, vamos a hacerle publicidad a él también: http://www.myspace.com/paquiteit

(Pronto estará disponible el vídeo)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Milagros “de andar por casa”

Aviso al lector: Los fragmentos aquí plasmados tienen una única conexión: lo vivido. Perdonen el resto de inconexiones.

Dieciocho de Diciembre, una y veintidós de la tarde. Mariposas revoloteaban en la boca de mi estómago e ideas y sueños hacían lo mismo en mi mente. Y de repente, un mensaje que reza: !Ya llegó el día!

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Me agobia el trayecto, es arduo y confuso. La lluvia no me da tregua y no hago más que mirar el reloj del coche. Siento dolor en los brazos del tiempo conducido. Y entonces todo parece calmarse, las nubes se disipan dejando ver alguna que otra estrella y aparece al fondo de la carretera un cartel en rojo que me anuncia la llegada a la comunidad de Madrid. Y pienso: “Estoy en casa”

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Mi alma tenía sed de abrazos y me dieron tres curas.

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140 Milagros de andar por casa

Abrí los ojos ante el infinito milagro, entreabrí la boca y puse cara de niño pequeño, y con ilusión de día de reyes exclamé: ¡Está nevando!

(Nunca había visto nevar)

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Afortunadamente comprobamos por nosotros mismos que ¡Existen!. Pese al temporal adverso y el cansancio acumulado durante el día pudimos llegar (de madrugada) a un lugar acogedor, donde nos esperaba una cama calentita y una sonrisa medio dormida, un par de besos y un montón de proyectos para soñar y cumplir.

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Amaneció el cielo despejado de nubes y dudas.

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Me gusta que tú seas tú, me gusta ser yo, cada uno en su estilo. Pero me encanta mezclarme contigo. (Perfecta fusión de ritmo y melodía)

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Me levanté del asiento, guitarra en mano, y asalté a traición y por la espalda. Él se quedó parado, bajó la cabeza para escuchar el mensaje y acto seguido me miró sabiéndose parte de la música. “Vas de noche a veces, pero amanece. Ya lo verás”

muchas más historias quedan en el corazón, para crecimiento y disfrute personal (Mil gracias a los artífices de todo esto)

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cuatro años diciendo “Sí”

«No entiendo por qué te digo “sí”. Es lo que tiene el amor, que está fuera de toda lógica. No soy capaz de encerrarte en una explicación, no puedo racionalizarte.»

Dentro de un par de días celebraremos a Nuestra Señora de la Esperanza, fecha especial para los Misioneros de la Esperanza, entre los que me incluyo, ya que renovamos nuestro «fiat» a 139 Cuatro años diciendo siDios, el «Sí»

Este año se hace de una forma especial: cuando me vinculé a Mies tuve que entregar una «fórmula» en la que concretaba mi vinculación en una serie de compromisos, de los cuales unos me van muy bien y otros no tanto. Pues bien, este año para la renovación he de rehacer esa fórmula, actualizarla.

Esta tarde fui a por una copia de la antigua y después de mucho buscarla en archivos creyéndola perdida, al final apareció (en la carpeta de la comunidad Virgen del Camino… aún no sé por qué).

Me la han entregado en un sobre y me la he traído a casa, y al abrirla he recordado mis comienzos, la ilusión, la entrega, los esfuerzos que tuve que hacer, los años de aspirantazgo, las charlas en casa de Mili, sus estampitas (conservo muchas), mi vinculación en Madre de Dios…

Han pasado cuatro años de esto, pero yo tengo la impresión de que han sido muchos más, es como si siempre hubiese estado ligado a esto. Son ya cuatro años diciendo “sí”.

«Hágase en mí cuanto quieras, como quieras, donde  quieras, aquí estoy para vivir Tu Palabra»

Ixcís

martes, 15 de diciembre de 2009

A carcajadas

Hace un añito, me contaba esto:

138 A carcajadas

Hoy mientras conducía la furgoneta llevando a “los chavales” a su casa, a una de las chicas le ha dado por reír, pero no de cualquier manera, sino a carcajadas.

Lo bueno que tiene la discapacidad intelectual o “la tontuna” que algunos piensan es que puedes ser siempre “Tú” y hacer lo que te apetezca. Sin máscaras, sin guardar la compostura.

Pues bien, ella ha decidido ser “Ella” y casi morirse de la risa...

De repente se ha callado, me ha mirado, y ¡¡ha vuelto a estallar en risas!!

Uno (yo), que se le pega todo, se ha puesto a reír con “Ella” y por un momento, todo el “stress” y los agobios de la época, todos los enfados y desilusiones, todo lo “malo” que tiene el trabajar con este colectivo de personas... Todo ello ha desaparecido y me he centrado exclusivamente en reír.

Ay... Quién fuera “tonto” y pudiera reír a carcajadas siempre que quisiera...

…Y hoy me lo recuerdo.

Por si se me olvida.

Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)

01 de Diciembre de 2008

Imagen: “The laugh” de lhosford (http://lhosford.deviantart.com)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Sobreviviendo al naufragio (cerrando el ciclo)

Las cosas han cambiado.

De nuevo comienza a tener sentido. Tu trayectoria te ha ido enseñando lo difícil que es el camino si lo andas mirando al suelo. Levanta ya la cabeza. Ya aprendiste.

Deja de trenzarte el peso del alma, Curro.

137 Sobreviviendo al naufragio (cerrando el ciclo)

Vendrán otros, pero este naufragio se te ha acabado. Has llegado a la orilla, pon el pie en tierra.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Clases de baile

[Ritmo de Vals]

Un, dos, tres. Un, dos, tres.

Un, dos, tres. Un, dos, tres. Un, dos, tres.

136 Clases de baile

A bailar se aprende.

No sé bailar muy bien, pero reconozco que es cuestión de métrica, ritmo y persistencia.

Pongamos como ejemplo el Vals:

El vals es un ritmo de tres tiempos en un compás. Es el baile de salón por excelencia, el que bailan los novios en el día de su boda. El origen de su nombre viene del término "walzen" (en alemán girar).

Este tipo de baile está repleto de protocolo y existen varios pasos básicos. Entre la música de vals más conocida está, sin lugar a dudas, El Danubio Azul, de Johann Strauss.

El vals se baila con una pose elegante y erguida. Se debe estar completamente recto, y tratando de no mover ni los hombros, ni los brazos, ni las caderas. La mano derecha del caballero se sitúa en la espalda de la señora (a la altura del homóplato izquierdo). La mano izquierda del caballero sujeta a la mano derecha de la señora, que apoya su brazo sobre el del caballero.

La pareja de baile se coloca uno frente al otro; el hombre ligeramente desplazado hacia la derecha para que al avanzar su pie lo pueda colocar entre los pies de la señora. Ambos cuerpos deben estar bien erguidos.

Para darle una mayor realce al baile, darle esa sensación de flotar y deslizarse por la pista, debemos saber que en el primer tiempo se apoya todo el pie, en el segundo la punta y en el tercero la punta y luego el talón. En un principio es mejor practicar los giros y movimientos sin tener en cuenta este detalle: cuando lo dominemos, podemos empezar a plantearnos ocuparnos de estos detalles sobre la forma de pisar.

En el vals sólo tenemos que dar un paso por cada tiempo musical, sabiendo que el vals es un ritmo de 3x4.

Los comienzos de este baile son complicados y es fácil no coordinarse, resultando la danza poco vistosa, e incluso pueden llegar a pisarse mutuamente durante los movimientos.

Otro tipo de danzas que requieren práctica para no pisarse son: La humildad, el perdón, el Amor, el diálogo…

Bailas muy bien

viernes, 11 de diciembre de 2009

Después del encuentro

Encontrarme con Él no ha supuesto un cambio drástico en la marcha de mi vida, pero sí que me ha removido por dentro:

He vuelto de los ejercicios espirituales siendo la misma persona, con los mismos problemas, con las mismas miserias (e incluso más…), Pero ahora tengo algo que antes no tenía: Paz en Dios, Paz de Dios.

El hecho de sentirme acompañado por Él supone un cambio de esquemas, de puntos de vista, esencial para vivir pleno y tranquilo.

-- o --

“Imagen de Dios soy, semejante a Dios nací” reza una canción de Brotes de Olivo.

Al tiempo, July lanzó la idea de que en cada persona hay un trocito del amor de Dios, y si no queremos saber nada de alguien en concreto, nos perdemos ese trozo de Dios que tiene.

Durante estos ejercicios sólo he sentido deseos de abrazar ese trocito de Dios que habita en ella, de mirarme en sus ojos de hermana como me miro en los del “Cristo joven”.

135 Después del encuentro

Tanto es así que ayer decidí lanzarme al vacío y pedirle su abrazo, arriesgándome a no ser correspondido, no ser comprendido e incluso ser rechazado.

134 Después del encuentro

Lejos de eso, ella aceptó mi petición. Y Dios, infinitamente bueno, calmó mi sed.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Encontrarme con Él

133 Encontrarme con El

«Elías temió y emprendió la marcha para salvar su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. Él continuó por el desierto una jornada de camino y al final se sentó bajo una retama y se deseó la muerte:

- ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!

Se echó bajo la retama y se durmió. De pronto un ángel le tocó y le dijo:

- ¡Levántate, come!

Miró Elías y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo:

-¡Levántate, come! Que el camino es superior a tus fuerzas.

Elías se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios. Allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y el Señor le dirigió la palabra:

-¿Qué haces aquí Elías?

Respondió:

-Me consume el celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derruido tus altares y asesinado a tus profetas; sólo quedo yo, y me buscan para matarme.

El Señor le dijo:

-Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!

Vino un huracán tan violento, que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie en la entrada de la cueva.»

1 Ry 19, 3 – 13

 

Me marcho a encontrarme con Él. Necesito unos días de búsqueda, unos ejercicios espirituales.

martes, 1 de diciembre de 2009

Himno

He encontrado la música que acompaña a mi naufragio, cuando se deja acompañar y no busca la soledad del silencio.

Los padres de la canción en cuestión se llaman Laura Trinidad y Diego Salas. Son un poderoso Sortilegio de los que cantara Silvio.

Hoy, en un arranque de valentía me atreví a pedírsela prestada para pasar a ser el Himno de este humilde blog. Más humildes ellos, han accedido.

No puedo hacer otra cosa que agradecerles su entrega, su música, su universo (aún siendo de papel)

Gracias.

132 Sortilegio

Y he aquí “Un naufragio entre los dedos”:

Tengo acaso una pregunta,
un ocaso que derrumba,
un biorritmo que lo mismo late
en el presente acompasado.


Tengo el futuro no muy claro,
claro que nunca pierdo el ritmo
de los pies, aunque lo mismo
es que se desbocaron
por bailar lo desandado
y desatarme los bordones
que repiten las canciones
que aún no he imaginado.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó una tempestad mayor
un naufragio entre los dedos.

No me importa dónde sueño
si amanezco entre tus brazos,
desterrarme de mis tierras,
porque tú eres mi patria.


No me asusta la marea
si son tus aguas las que nado,
bucear en lo profundo
y en lo deseado,
beber de la inmensidad
de la luz cuando se filtra
en el océano del tiempo.
Éste es mi Sortilegio.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó la calma una canción
un naufragio entre los dedos.

Tengo una brújula en el pecho
que señala el primer verso,
aunque a veces se equivoca
y me desarma nota a nota.
Caigo a veces en la duda
y me levanto casi a oscuras,
no recuerdo si hubo luz primero
o si el tiempo de esperar pasó
y me dejó la calma una canción
una sonrisa entre los dedos.