jueves, 29 de octubre de 2009

Uno de ellos eres tú

Es la hora de “comentar la jugada” en el taller. Estamos los monitores reunidos y hablando mientras cada uno hace sus tareas, cuando alguien se me acerca por detrás y posa sus manos en mi hombro. Me giro y veo a María del Mar con cara sonriente:

- Hola Shakira – le digo (es la mejor manera de que te conteste)

- Hola Johnatan – me contesta (Ese soy yo… para ella)

- Dame un beso, anda – le pido, a lo que ella acepta complaciente. – El otro día me amenazabas, hoy estás más cariñosa.

- Ya, es lo que hay, pero el beso en la cara, ¿eh? a mí en la boca no. – finaliza.

De repente empieza a acariciar el pelo:

- ¿Me estás peinando?

- Claro.

Baja sus manos a mi cara:

- Y ahora, ¿Me estás peinando la barba?

- Calla. Te estoy afeitando.

- Ah vale – y me dejo acariciar

En un momento ella susurra algo incomprensible, pero distingo un nombre propio, José Miguel:

- ¿Quién es José Miguel, Shakira?

- Mi novio.

- Ah, ¿sí?

- Yo es que tengo dos novios – me mira de reojo

- ¡Mírala, ella! Y ¿quienes son? – me aventuro sabiendo que me estoy metiendo en terreno sembrado.

- Uno de ellos eres tú, el Johnatan – me mira y ríe burlona sabiendo que he caído en su trampa. Sabe que ganó el juego.

Entonces suelto una carcajada de rendición, le doy su beso en la mejilla, y se vuelve contenta de haber salido victoriosa en la batalla. Pero, no se conforma con esto. Se gira de nuevo y me dice:

- Otro día me preguntas otra vez.

Me encanta hablar con ellos. Es siempre un juego divertido e inteligente. Mucho más inteligente que otras conversaciones con gente denominada “normal”.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Leer

118 Leer

No se escribe para ser escritor, ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido estas habilidades básicas. De otro modo se dependerá de quien las posea del mismo modo que aquél que no sabe hacer una tortilla depende de quien se la hace. Por lo que se refiere a las tortillas, ya dependemos de industrias especializadas en platos preparados, precocinados, predigeridos y previsibles. En cuanto a la lectura, se da el caso de que a medida que aumenta el número de personas alfabetizadas, aumenta también el de las personas que no entienden lo que leen. Llamamos a esto analfabetismo funcional, si me permiten el juego de palabras, porque funciona muy bien: cada día estamos más torpes.

Con frecuencia, se nos pregunta a los escritores por qué escribimos, pero no se pregunta a los lectores por qué leen. La respuesta sería idéntica, ya que la escritura es un espejo de dos caras. En una de esas caras se mira el escritor y en la otra el lector, ambos a la búsqueda de una imagen articulada de sí mismos, del mundo.

Saber leer, pues, es saber leer la realidad y encontrarse en disposición de estar o no de acuerdo con ella. Saber leer es saber leerse, construirse, cocinarse a uno mismo en lugar de tomar la versión precongelada, precocinada, predigerida y previsible de sí que ofrece el mercado de la autoimagen.

Curiosamente, el desarrollo de los alimentos precocinados ha sido paralelo al de la industria de la autoayuda. En el primer caso se trata de hacer unas albóndigas sin pasar por la complejidad del sofrito y en el segundo de creerse una identidad sin aprender latín. Ambas cosas son posibles, desde luego, pero al precio de perderse lo mejor de la comida. Y de la vida. Quiero creer que la institución de este premio parte de la premisa de que la lectura es imprescindible para interpretar la realidad, lo que ya es un modo de modificarla.

Juan José Millás.

117 Leer

Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)

26 de Mayo de 2005

martes, 27 de octubre de 2009

Morir matando

He perdido, lo asumo.

Me ha podido esta situación insostenible que atraviesa puertas y ventanas, que inunda el aire de un hedor irrespirable a derrota. Todo termina, se huele. Todo termina, incluso la vocación y la ilusión por hacer de este trabajo algo “especial”.

Pero no me doy por vencido. He de morir contigo a mi lado. Por lo pronto preparo bombas que voy lanzando tras los muros. Mi táctica es llamar educadamente a las puertas y ofrecerlas como regalo, y es tan grande el ego que se reciben con una sonrisa.

Ya se firmó la injusta Sentencia, pero con esta batalla que tú supones ganada, has bajado la guardia, te has relajado y has dejado el costado descubierto para asestar el golpe de gracia que hará que caigas con todo el peso que has ido acumulando en este año (y los anteriores).

… y cuando caigas te esperarán esos a los que tu propio pie pisoteó para arrancarte el paso.

 

¿Aún no tiemblas?                                                         Tiempo al tiempo.

lunes, 26 de octubre de 2009

La Gran Boda en Priego de Córdoba (y su fin de semana correspondiente)

Si tuviera que calificar el fin de semana la palabra ideal sería “intenso”

El viernes al acabar el trabajo, tuve tiempo de ducharme y de salir “escopetao” de mi casa para poder llegar. Habíamos quedado para salir todos juntos hacia Priego de Córdoba, lugar donde se celebraría la Gran Boda (número 1). Después de hacer acto de presencia en una concurrida calle, donde tuvimos que parar “de emergencia” y por la que pasaron unos amigos de azul que pararon casi a saludarnos… (ejem…) partimos hacia tierras cordobesas donde nos esperaba nuestro hermano Jose para guiarnos hasta la casa que alquilamos. La casa increíble: tres pisos, dos habitaciones comunes (salones) y cinco dormitorios enormes, con sus baños y cocina  (y terraza!!) evidentemente, donde nos sentimos acogidos desde el primer momento. La noche del viernes jugaríamos al escondite al revés porque la casa lo pedía a gritos, no sin antes haber visitado la iglesia donde al día siguiente ocurriría “El Momentazo” .

El sábado amaneció tímidamente, cansado de haber estado jugando al escondite y hablado hasta las cuatro y media de la mañana con Amores y conmigo. Aún así se desperezó contento y comenzó con música. A las once y media de la mañana ya estábamos todos los habitantes de la casa (catorce en total) en la iglesia, ensayando las canciones para la boda. Por cierto: preciosa, amena y llena de detalles. La novia iba guapísima más que por el vestido (que también) por su sonrisa, que compartía con él (su novio) a cada instante. La misa estuvo plagada de gestos sencillos y miradas que reflejaban la ilusión de ambos en ese día. Hubo llantos (muchos) de alegría y una cuantas risas, unas canciones precisas y preciosas, cantadas desde el corazón, como regalando la voz a los novios, y muchas cosas que hicieron “El Momentazo” muy especial. La alegría se alargó hasta casi las doce de la noche, por mi parte, ya que hubo gente que tuvo más fuerza que yo, pero entre tú y yo: doce horas de boda me parecen suficientes. La comida muy buena, muy sencilla… ¡y mucha!, y el baile posterior genial, y la disco después también. Pero lo que tiene valor incalculable en ese sábado es celebrar el Amor junto a mis hermanos, de Emaús, de Virgen de la Sonrisa y de otras comunidades que también se encontraban por allí, y junto a mis hermanos Curro y Chari, “los novios”, mis amigos, mi familia. Es una alegría comprobar que Dios los quiere “uno junto al otro”.

El domingo llegó irremediablemente, colándose entre las sábanas y despertándonos furtivamente. Mientras se despertaba el resto, charlamos sentados en las camas mientras el subconsciente hacía que algunos de nosotros oliera a churros. Que no tardaron demasiado en llegar. Justo antes que la comida, acompañada por Jose, llegaron los novios, ya esposos, a nuestra casa a desayunar con nosotros, lo que supuso más llantos de emoción. Desayunamos juntos mientras esperábamos la llamada de “ella”. «No puedo con tantas emociones en un solo fin de semana» me decía Carmen Nieves. Y llegó, y conoció, y paseamos todos, y hablamos, y comimos, y casi da gracias… (jeje) y pasamos una excelente sobremesa llena de risas y anécdotas escolares. Después tomamos café (y colacao) y llegaron las despedidas y la vuelta a casa (y más preguntas). Tuvimos un viaje tranquilo de vuelta a Málaga, y al llegar descubrimos el mercadillo medieval, que visitamos sí o sí, encontrándonos con la mitad de la gente que el día anterior estaba en Priego con nosotros. Y al fin llegué a casa…

Confirmo: Intenso es la palabra adecuada, y eso que me dejé un montón de cosas sin contar.

jueves, 22 de octubre de 2009

Guerra escrita

De un tiempo a acá la frase del día es «¿A que no sabes de qué me he enterado hoy?…». No pasa una jornada en nuestro taller sin que algún comentario afilado traspase las barreras de las puertas abatibles que nos separan de la estupidez humana.

Aún no sabemos que se está cociendo tras las “impenetrables” puertas no-abatibles de la dirección general y “otras direcciones”, pero por si acaso, llevamos unos días preparándonos para el caos. Evidentemente esta situación con la que acabamos el verano, justo antes de olvidarnos de la empresa “por vacaciones”, se iba a retomar al comienzo del nuevo curso, solo que Septiembre se ha ido escapando furtivamente sin hacer demasiado escándalo, por miedo a llevarse un arañazo con tanta garra levantada. Ha sido el mes de Octubre el que ha alzado la voz haciéndonos sacar los convenios colectivos y empezar a hacer cálculos aproximados y a veces exactos, y animándonos a decir «¡¿Qué?!» y «¡No!» o «¡De ninguna manera!» tantas veces que perdí la cuenta. Hay una novedad en todo este asunto: Antes éramos “todos contra todos” y ahora hay “dos bandos”, aunque ninguno de una solidez absoluta, pero al menos “el enemigo” está definido por ambas partes.

Parece ser que se ha impuesto la moda de escribir, porque la empresa se va llenando poco a poco de papeles firmados y sellados “exponiendo” y “solicitando” casos y cosas. Nosotros, dispuestos a dejarnos influenciar por esta tendencia actual, hemos sacado punta al teclado y al ratón y hemos ido calentando el escáner de la impresora por si se diera el caso.

Ya lo dije una vez y hoy lo vuelvo a repetir, pues esta guerra escrita conlleva un riesgo: «Escribir es pensar más sutilmente, pero hay un inconveniente: te pueden entender.»

 

¿A qué viene todo esto?. Pues a que en este baile de máscaras ya nos pisaron demasiados dedos.

Estalló la contienda.

martes, 20 de octubre de 2009

Nacho

116 Nacho

Decir “Nacho” me deja un olor a consuelo en el recuerdo.

Lo conocí hace ya un tiempo. Solía pasar en zapatillas por mi vida, cruzándose conmigo por el pasillo de su casa cuando sus hermanos me acogieron.

Luego se cansó de rodear mi muralla y aprovechó mi “paso atrás” para ponerse a mis espaldas y acompañarme a retomar el camino hacia adelante. Me gusta pensar que llegó a mí en ese momento, pues antes éramos casi desconocidos. Desde entonces se ha ido acercando cada vez más a mí como si supiera que lo necesito (tal vez lo sabe…)

Su nombre me recuerda a Pascua y a paseos por la playa, a llantos y abrazos reconfortantes, pero también a verano y risas y planes y patinaje, a Madrid y Cádiz (aunque no coincidiéramos por tus naufragios, que también los tienes), a mi tierra, a mi casa, que aún no sé donde la tengo.

Hablar de mi hermano Nacho es hablar de infancia hecha hombre, de pura inocencia, de chistes y risas, pero también es hablar de profundidad y compromiso, de ser pobre, humilde y de pensar en el otro por encima de todo. He aprendido muchísimo de él estando sentados en un bordillo en plena calle, yo con mis naufragios que me caracterizan y él con toda la sabiduría de haber pasado por el mismo camino que yo y por alguno que otro más. También ha sabido contagiarme ese espíritu de niño y he disfrutado tocando (y bailando) “el llanero solitario” a su lado.

115 Nacho

Nacho es otro más de los regalos de Dios me hace ¿Cómo no agradecerle que lo cruce en mi camino?  (hoy es su cumpleaños… lo felicito y me felicito por tenerlo entre los míos)

lunes, 19 de octubre de 2009

De celebración cumpleañera (17-18 de octubre)

113 Cumpleaños

Daniel Domínguez es una de las personas más “originales” que conozco. Tiene un sentido del humor extra-desarrollado y no sabe “ser” si no es es esa misma clave (la de humor).

Ayer celebramos su cumpleaños (18-10-09) en el Pimpi, ese sitio donde entras erguido y sales doblado e incluso con necesidad de apoyar alguna de tus extremidades en el suelo para ayudar a las piernas. Hicimos tiempo bebiendo y charlando y riendo y todos los gerundios posibles relacionados con el cachondeo hasta que dieron las doce de la noche, la hora a la que empezaron a aparecer los regalos. El primero fue una caja de pizza “especial” con un marco de fotos de Dani con un monton de gente, seguido de dvds, cds, películas y juegos de wii con corona de papel para el cumpleañero e invitaciones para “mi gran fiesta de cumpleaños”. Echamos el resto hasta agotar las botellas de vino dulce que había sobre la mesa, mientras las chicas miraban a Hugh Jackman (ya quisieran ellas) y hablábamos sobre “la cruda realidad” y las primeras citas y después nos fuimos de bares.

114 Cumpleaños

- Me maleáis. No podéis hacerme esto, yo tengo una vida normal y moral. Soy un hombre decente y me estáis maleando. «Ayer llegué a las 5 y pico de la mañana de hoy» (Curro Ayllón ®)

En fin, la noche genial, la compañía muy grata, el cumpleañero muy generoso (nos invitó con 3 euros imaginarios que pusimos cada uno). Total… que he llegado también a las 5 de la mañana.

Muchas Felicidades, Dani, fue una gran noche.

«Voy a decir unas palabras: Coche, batidora, perro, tarta» (Daniel Domínguez ®)

domingo, 18 de octubre de 2009

Despedida (16-17 de octubre)

Nuestro amigo Curro se nos casa! (evidentemente no estoy hablando de mi persona…) Celebramos su despedida de soltero este viernes tarde-noche-madrugada.

La gran noche comenzó con un partido de baloncesto en el palacio de deportes “Martín Carpena”. Allí se habían reunido toda clase de personajes con camisetas personalizadas y peluca “afro”. Cuando todos estaban listos para jugar, el novio hizo su entrada estelar vestido con una malla rosa ceñida, elegida por los organizadores del evento. El partido fue como poco divertido y acabó en tablas: “solteros vs casados”.

Después fuimos al chimarrao a cenar. Ese sitio es un buffet de carne donde nos pusimos “moraos” de ternera, lacón, etc, y unos plátanos fritos buenísimos. Para esta cena hicimos al novio cambiarse de “traje”. Esta vez quedamos en la puerta del centro comercial Plaza mayor, donde “nunca hay gente” (Jajajajaja) donde apareció el novio con una malla verde y disfrazado de tortuga ninja, y dando “pastillitas” de caramelo a las mozas que se encontrase por el camino.

Para concluir la velada fuimos a la sala Moliere, una discoteca-sala de conciertos muy apañada, donde nos pusieron durante toda la noche una música super divertida… House, todo house… Llegué a mi casa a las cinco de la mañana, o quizá más tarde… no recuerdo bien la hora.

Fue una gran noche. La gente debería despedirse de soltero más a menudo… aunque no se case.

Por cierto: Viva el novio!!! Pastillita, pastillita!!

Día de vacunaciones (16 de octubre)

112 Dia de vacunaciones

Esta mañana hemos tenido “día de vacunación” contra la gripe estacional. Desde pronto en la mañana nos hemos ido preparando para recibir este “indoloro” (Ja!) pinchacito que se supone nos protegerá contra una de las enfermedades más molestas de las fechas otoñales.

Uno a uno han ido pasando por el sitio “acondicionado” (Ja! también) para la labor todos ellos. Luego nos ha tocado el turno a los monitores.

- Perdone la analogía, pero ¿no es posible que exista una vacuna contra el síndrome “burn-out”? Creo que tengo todos los síntomas. Aunque también creo que padeciendo la enfermedad no es recomendable vacunarse, ¿no es así?

Debiera haber una vacuna contra “la empresa” (ésta sí que es una enfermedad molesta), que doliera durante un par de días, pero que te protegiera contra todas las estupideces que se pueden llegar a oir/recibir/soportar/padecer en el trabajo, aunque claro, siempre existe el riesgo de que te haga reacción.

Sea como sea, ya tenemos la vacuna de la gripe puesta y estamos a la espera de que los científicos estudien mi propuesta e inventen esta que ansiamos todos.

Ahora sólo queda terminar el día oyendo “me duele el brazo”.

Cuentista (15 de octubre)

Tengo la increíble oportunidad de conectar de nuevo con mi espíritu cuentista debido a “algo que ya os contaré en su momento” y estoy disfrutando de nuevo el aprender en parábolas. Por este motivo no puedo dedicarle demasiado tiempo a ir actualizando este pequeño espacio de caos y vida. Discúlpenme.

De todas maneras hoy voy a ofreceros un adelanto:111 Cuentista

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.

León Felipe

miércoles, 14 de octubre de 2009

Internéeeeee

Hace dos días me quedé sin internet. Encendía el pc y pulsaba el botón del wireless, pero la lucecita dichosa no se encendía. Fui corriendo a la habitación de mi hermana, que es donde está el router, ¡pero funcionaba!. Después de reiniciar el ordenador cinco o seis veces, sentencié que se me había roto el botón, porque seguía sin encenderse la lucecita en la pantalla.

Luego, investigando, me di cuenta que sólo había que pinchar con el ratón en “on”

Entonces recordé un video de Muchachada nui, de Enjuto Mojamuto dedicado a internet… Me siento totalmente identificado.

domingo, 11 de octubre de 2009

Cine en casa

Solo veo “cine en casa” en los periodos de convalecencia, cuando me apetece tumbarme en el sofá y aguardar a que el sueño venga a buscarme. No lo suelo conseguir, me engancho a la película que emitan sin poder evitarlo o incluso busco la que me apetece sin importar el número de veces que la he visto.

- ¡Oh! Esta peli me encanta – digo mirando la revista con la programación.- Debo haberla visto por lo menos cuatro veces.

- ¿Cuál?

- “Mr. Magorium y su tienda mágica”, no sé explicarte bien de qué va: de creer en la magia, de volver a hacerte niño, de afrontar con calma la muerte, de perseguir tus sueños… Tiene un poco de todo, la verdad. Empieza dentro de cinco minutos, ¿la vemos? (Ya estaba decidido)

Ciertamente la película no tiene muy buenas críticas, porque es (dicen…) demasiado infantil para adultos y demasiado compleja para niños. Yo, que tengo un poco de las dos cosas y no soy experto en ninguno de esos dos campos, me limito a disfrutarla como si la hubiesen rodado para mí.

Algunas escenas de la película me las sé de memoria, incluyendo diálogos y escenografía, porque me parecen muy bien hechas, y en alguna que otra ocasión he robado un par de frases que ilustraban perfectamente lo que quería contar. Cuando la veo me siento pequeño otra vez y empiezo a creer en la ilusión como cuando esperaba la venida de los reyes magos o el día de mi cumpleaños. Es una película que me hace pensar que el juego no es exclusivo a los niños, sino todo lo contrario, el motivo que nos hace niños.

Me encanta la escena en la que Henry o “el mutante”, el contable de Mr. Magorium, comienza a adentrarse en el juego, aunque todavía se resiste. Eric no tiene amigos y su madre le aconseja que elija a una persona que no conoce de nada y se presente, y éste elije a Henry, haciéndole volver a su niño interior.

Encontré esa escena en la red. Os la presto.

sábado, 10 de octubre de 2009

Abrazar la noche

DCF 1.0

Tengo una espinita clavada en el ventrículo derecho del corazón, la parte lógica del sentimiento. Hace algo más de un año asistí al juicio “El pueblo contra mi persona”, siempre subjetivamente hablando, y allí se me reprochó «ser yo» entre otras cosas. Desde entonces no he sido capaz de superarlo. Fui dejándome llevar por una espiral de sentimientos que me abrieron las puertas del pozo en el que me asomé a caer. En ese momento me prometí no volver nunca más a “Casa de Paz”, el lugar donde se celebró ese juicio.

De todos es sabido qué paso doy y en qué momento para salir a flote de este naufragio en mi vida. Pues bien, hoy Dios me vuelve a poner en camino a “Casa de Paz” para que abrace mi noche particular.

- No puede ser… no me gusta el sitio. – ha sido lo primero que he pensado al llegar a la casa donde dentro de veinte días compartiré sueño con mis compañeros de Ixcís al grabar el próximo disco que se va a titular cómo no: Abrazando la noche.

- ¿Ya has estado aquí? – me han preguntado mis hermanos, y no he tenido más remedio que contarles que “me trae no muy buenos recuerdos”.

- En la parte de abajo está el comedor, la cocina, dos habitaciones grandes y el lavadero. Cuidado con el último escalón al subir, que es más alto que los demás. Aquí arriba están las habitaciones de tres y cuatro personas, los baños y duchas, un pequeño oratorio, y situado en el salón, al lado de la mesa rota, está el círculo en el que los dedos me apuntaron. Fuera de la casa hay un patio y por el otro lado terreno para que jueguen los niños mientras grabamos, y al final, una piscina pequeña, que supongo yo, en noviembre no usaremos, ¿no? […]

Creo sinceramente que me va a costar un poco estar allí y volver a pensar en aquello que intento olvidar para “volver a mis raíces”. Si Dios me lleva allí será para que salga renovado y afronte mis luchas desde otra perspectiva. Llevaba ya un tiempo decidido a regresar a la comunidad, si es que mis hermanos quieren compartir conmigo. Esto es algo parecido a “la prueba definitiva”, el lugar de “purga” de mis miedos y rencores.

Cuando vuelva a Casa de Paz a encontrarme con mis fantasmas y entablar una conversación, contaré a “mis peces” que durante todo aquel fin de semana sonó “En común” como himno.

Estoy preparado para “abrazar mi noche”

viernes, 9 de octubre de 2009

Agotado

Abro la puerta de casa y me esperan, atrincheradas tras el sofá, cuatro palabras que se clavan en mi sien y dejan en mi paladar un sabor a derrota.

“¿Qué tal tu día?”. Bueno… malo. Bueno, bueno no, malo. Estoy realmente cansado. Es como si no me hubiesen quedado reservas para acabar el día. Ando pesado, como arrastrando el alma por las baldosas del salón, hasta la silla azul con ruedas que hay en mi habitación. “Qué alegría que tenga ruedas, no pienso mover un pié” pienso en voz alta, para que se entienda que, o bien la merienda se me hace sola y camina hacia mí, o no meriendo esta tarde. Me asedian los planes para esta noche y lo único que realmente deseo es estar tumbado boca arriba. Ni dormir siquiera, sólo recostarme. Por lo pronto prescindí de conciertos (dos nada menos) y de una noche de charla con mis amigos.

Estoy cansado física y psicológicamente. He dejado las puertas del aburrimiento abiertas. Hoy me he cansado de todo: de barullo y gritos, de llantos y risas, de bromas de buen y mal gusto, de ver a gente pasear por los pasillos con su careta limpia, del “hoy es viernes, hoy es viernes”, de dientes y cine asiático, de loterías de Navidad y de “yo no entiendo esto”, de gasolineras y atascos…

Me puede el tedio de ser de “otro planeta” o de “hablar otro idioma”. Estamos condenados al lenguaje escrito.

Y al llegar a casa, el “sniper” que vive conmigo y al que yo llamo “madre”, me dispara a bocajarro esas cuatro palabras con las que empezaba esta disertación sobre el agotamiento: “¿Qué tal tu día?”

- Bien, mamá. Algo cansado.

jueves, 8 de octubre de 2009

Qué me cuenta

«De mí sin ti ¿qué sería?

sin este dulce tormento

que me complica la vida»

Ayer, al fin, tuve mi primer libro de “estudio” del grado. Adivinen… ¡De poemas! Es uno de los materiales necesarios para la asignatura de “Comunicación y Educación” y se llama “Razón común, razón poética” y está pensado para trabajar con personas adultas.

Es un libro pequeñito y aún no sé como usarlo, ya que el de teoría aún no estaba disponible. Pero aún así es interesante escudriñarlo y ver qué me cuenta

«Baila, niña, baila

y que se vea el caos

bajo tus faldas»

martes, 6 de octubre de 2009

Simplicidad

Un intelectual es el que explica algo simple de forma difícil y complicada. Un artista es el que explica algo complicado y difícil de forma simple.

Charles Bukowski
escritor

Abrirse como hoja al sol para encontrar sustento y poder elaborar su alimento. Abrirse como pétalos después del descanso para atraer insectos que lleven su germen a otra flor y poder seguir existiendo. Peregrinar hacia el río cuando se tiene sed, cual animal o fluir como río mismo buscando un camino hacia el mar…

Todo en esta vida es simplicidad. ¿Para qué complicarse con intelectualidades?

Ser como el río que fluye, silencioso en medio de la noche. No temer las tinieblas de la noche. Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas. Y si los cielos se cubren de nubes, como el río, las nubes son agua; reflejarlas también sin pena en las profundidades tranquilas.

Manuel Bandeira

poeta

lunes, 5 de octubre de 2009

Una de piratas

108 Una de piratas

Se oyen muchas historias acerca de mis hazañas y de mis desdichas en cada cabo y golfo de los océanos. Unos dicen que perdí el ojo luchando por el puesto de capitán que ahora poseo, o por el amor de una dama, otros que sucedió en una de mis múltiples luchas contra ese engreído de Peter Pan (¿Quién si no iba a darle las dosis de realidad que ese niño necesita?), otros dicen que me lo saqué yo mismo porque no me gustaba el izquierdo…

La verdad es que mi alma pirata se deja ver cada día más. No solo me basta esta pata de palo, que cada día me da más problemas. Añoraba el parche.

Sin más invenciones. Hoy me topé de nuevo con mi mala suerte, pero solo la vi yo (con mi ojo malo), ella no me vio a mí. Por eso, aunque ahora tengo un ojito tapado no ha sido grave y en dos días estaré como nuevo.

domingo, 4 de octubre de 2009

San Francisco de Asís

«El Amor no es amado»

108 San francisco

Hoy poesía

Todo dice que sí.

Si del cielo, lo azul,

y sí, lo azul del mar,

mares, cielos, azules

con espumas y brisas,

júbilos monosílabos

repiten sin parar.

Un sí contesta sí

a otro sí. Grandes diálogos

repetidos se oyen

por encima del mar

de mundo a mundo; sí.

Se leen por el aire

largos síes, relámpagos

de plumas de cigüeña,

tan de nieve que caen,

copo a copo, cubriendo

la tierra de un enorme,

blanco sí. Es el gran día.

Podemos acercarnos

hoy a lo que no habla:

a la peña, al amor,

al hueso tras la frente:

son esclavos del sí.

Es la sola palabra

que hoy les concede el mundo.

Alma, pronto, a pedir,

a aprovechar la máxima

locura momentánea,

a pedir esas cosas

imposibles, pedidas,

calladas, tantas veces,

tanto tiempo, y que hoy

pediremos a gritos.

Seguros por un día

- hoy, nada más que hoy -

de que los «no» eran falsos,

apariencias, retrasos,

cortezas inocentes.

Y que estaba detrás

despacio, madurándose,

al compás de este ansia

que lo pedía en vano,

la gran delicia: el sí.

Pedro Salinas:

La voz a ti debida, 1933

Víctor (3 de Octubre)

107 Víctor

Tiene la capacidad de hacerme sentir que el tiempo no ha pasado. A pesar de lo transcurrido sigue mirando el mundo con ojos de niño y aprovecha cualquier excusa para hacerte soltar una carcajada. A veces pienso que se alimenta de eso, que moriría sin la risa y que su mayor aliado es el humor. Creo también que por ese motivo anda detrás de su sueño del teatro desde que lo conozco.

Sin embargo se enfrenta a la vida como hombre, con madurez, y es capaz de aceptar propuestas hechas a traición con toda serenidad.

De él me llama la atención su manera de mirar, centrada, profunda y serena, como de estar diciendo “Háblame, aquí estoy”. También el modo en que te echa el brazo por encima de los hombros y te da una palmadita mientras te suelta un “¿Qué tal estamos?”, derribando muros e invitándote a empezar una conversación sin corazas.

También hay cosas de él que desconozco. Puede parecer transparente pero en realidad hay cosas en su vida que no está dispuesto a compartir conmigo, cosa nada reprochable por otro lado. Para mis ojos, Víctor nunca ha sufrido. No se le nota en la cara (es lo que tiene ser buen actor), aunque a veces sale de sí mismo confesando con humor “Qué bien estamos los dos…”, dándome paso para asediar su territorio y escudriñar su vida, aunque esas veces son las pocas.

Tengo suerte de tener un amigo como él. Tengo también la suerte de haberlo reencontrado en mi camino, y esta vez no estoy dispuesto a dejarlo ir de nuevo, o a dejarme ir de nuevo.

Ayer, 3 de Octubre fue su cumpleaños. Y no hay regalo tan grande que supere la suerte de contarlo entre los míos.

Un abrazo, hermano, de los grandes, como tú.

sábado, 3 de octubre de 2009

No-pertenencia

¿Conoce usted la sensación de «no-pertenencia»? ¿no? Pues no es fácil de explicar, la verdad, aunque resumiendo muchísimo, es la sensación de “no pertenecer” al sitio donde te encuentras o de “no pertenecerte” lo que te ha tocado tener. ¿Se lo supuso? Lea pues usted, querido lector, ya que ese es su oficio, y comprenderá que la metamorfosis no siempre es provechosa. La mariposa que sale de la crisálida jamás volverá a disfrutar de la vida lenta del gusano, está condenada al vuelo fugaz. Cangrejo ermitaño que crece y cambia de casa será incapaz de volver a la inicial, con lo cual la mudanza tampoco es del todo positiva. Se preguntará usted el porqué de mis divagaciones. Bien, zanjemos el asunto rápidamente. Me tocó cambiar de casa últimamente y siento que la antigua ya no es mía (no-me-pertenece). Antes llevaba mi esencia y ahora me es ajena. Hace un tiempo disfruto del vuelo, pero añoro alimentar el alma de manera pausada (ya-no-pertenezco).

¿No comprendió? No se preocupe. Es el riesgo que alberga el hablar en clave.

jueves, 1 de octubre de 2009

Primero de Octubre

Día de Santa Teresa de Lisieux:

105 Primero de Octubre

[…] Siento en mí la vocación de guerrero, de sacerdote, de apóstol, de doctor, de mártir. En una palabra, siento la necesidad, el deseo de realizar por ti, Jesús, todas las obras más heroicas… Siento en mi alma el valor de un cruzado. Quisiera morir por la defensa de la Iglesia en un campo de batalla… Siento en mí la vocación de sacerdote. ¡Con qué amor te entregaría a las almas! A pesar de mi pequeñez, quisiera iluminar la tierra, predicar tu nombre. Quisiera ser misionero.

Esta frase me reconfortó: «Ambicionad los carismas más perfectos.»

La caridad me dio la clave de mi vocación. Comprendí que si la Iglesia tenía un cuerpo, compuesto de diferentes miembros, no podía faltarle el más necesario, el más noble de todos ellos. Comprendí que la Iglesia tenía un corazón, y que ese corazón estaba ardiendo de Amor. Comprendí que sólo el Amor hacía actuar a los miembros de la iglesia; que si el Amor llegaba a apagarse, los apóstoles ya no anunciarían el Evangelio y los mártires se negarían a derramar su sangre

Comprendí que el Amor encerraba en sí todas las vocaciones, que el Amor lo era todo, que el Amor abarcaba todos los tiempos y lugares… En una palabra, ¡que el Amor es eterno!

Entonces, en el colmo de mi alegría delirante, exclamé: Jesús, Amor mío… al fin he encontrado mi vocación ¡Mi vocación es el Amor!

Sí, he encontrado mi puesto en la Iglesia, y ese puesto, Dios mío, eres tú quien me lo ha dado. En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el Amor. Así lo seré todo.

 

Día también del Cumpleaños de mi hermano Israel:

¡FELICIDADES!

106 Primero de octubre