lunes, 24 de mayo de 2010

Amar la trama (alternativa)

“Érase una vez…” que se alinearon los planetas y pudimos coincidir unos cuantos (he echado de menos a otros) y tomar granizados de melón (y batidos y cerveza) y ponernos un poco al día en nuestras vidas y sobre todo compartir, que es lo que realmente importa.

De todos es sabido que el poder de convocatoria lo tenemos un pelín mermado y que nos cuesta la vida “sincronizar relojes” y quedar, pero no conforme con no hacer nada, me lié la manta a la cabeza y decidí hacer una reunión de urgencia con el único fin de sentir que todavía tenemos vida social y no nos ha comido el ritmo frenético.

Hasta aquí el cuento bien, ¿no?. La trama argumental es sencillita, pero hay algo encubierto, un hilo alternativo en esta historia del que yo no estaba enterado. Llegado a un punto crítico en la tarde, Silvia pregunta: “¿procedo?” y de repente me mira y pienso “¿Qué?, ¿qué he hecho?” pero se inclina y recoge un bolsa de la cual no me había percatado en absoluto y se oye un murmullo. Me ofrece la bolsa y de repente pienso: “Ah… ¡mi cumpleaños!”. Y efectivamente se tenía intención de celebrar mi cumpleaños (que, recordemos, fue el 23 de abril, es decir, desde hoy un mes ni más ni menos).

Tres regalos “peculiares”: un juego de feria para lo consola (que, creo, viene a causa de la fiesta de cumpleaños de Danié), una camiseta “terrorífica” y “Amar la trama” de Drexler (por cierto, de nuevo ¡Gracias!).

El resto de la tarde lo hemos pasado intentando hacer puzles y contando cuentos con cartas…

«Y hasta donde puedo saber aún siguen bailando»

Fin del cuento.

2 comentarios:

  1. La trama nos lleva a veces en volandas... menos mal que hay momentos en los que poder pararse, reunir vasos alrededor de la misma mesa, y sentirse verdaderamente parte de una trama que amamos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ... lo mejor, poderse juntar cuando uno quiere.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar