Quedé atrapado por la música.
Me dediqué a explorarme en “Mi”, menor, como siempre. Me perdí en los acordes que ya conozco, en las canciones que ya he tocado, en las letras que ya he escrito. Y me descubrí música.
Entonces busqué melodías para cantarme al mundo y comprendí que no entiendo de calidad de sonido, de curvas y de efectos. Y me paré a las puertas del escenario. Y me canté solo.
Y un día comprendí que no solo había sonido, sino también poesía, sentimientos, voz… Y canté. Y canto. Siempre canto.
Ilustración: Liniers
por las palabras...
ResponderEliminarpor las canciones. Por tus canciones...
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