Si. Exactamente lo que se puede leer. Me gusta ser tonto.
Sube por mi estómago una sensación de tranquilidad cada vez que alguien dice algo así como "es que todavía eres un niño" o "te queda mucho por aprender"
Me siento bien. Simplemente bien.
Me gusta decir a la gente que sí a cosas que a ciencia cierta sé que ellos me dirían a mí un rotundo "no" y quedarme tan feliz viendo el gesto de sus caras. (Supongo que ellos también se esperarían un "no")
He descubierto que tengo la inteligencia suficiente como para querer seguir siendo tonto por mucho tiempo más.
Y hoy ya no escribo más.
Si no queda claro, tampoco fue mi pretensión el serlo...
Buen Día.
Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)
22 de Mayo de 2007
Entiendo lo que escribes y por qué lo escribes, o al menos en el sentido que yo le doy.
ResponderEliminarLa ignorancia es la felicidad. Y aparentarlo, también.
Saludos.
Mi profe de Latín decía que había dos maneras de vivir: "ser listos e infelices, o ser tontos y felices"... yo creo que me equivoqué al elegir!!!
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