- ¿Realmente eso es lo que quieres? ¿Estás dispuesto a correr ese riesgo?
Mira que te arderá la sangre, que no podrás controlarte... Empezarás a sentirte inquieto, luego airado y al final llegará la cólera. Será un sentimiento que solo podrá acallarse cuando de verdad te decidas a actuar.
Mira que el corazón te dará un brinco a cada ocasión y que las palabras llegarán a tus labios directamente del alma. Aún más, no podrás impedir no solo que lleguen a tus labios, ¡caerán de tu boca como rayos!
¿Sigues pidiéndolo?
Entonces no he terminado de advertirte:
Te mirarán con desprecio e incluso hablarán mal de ti; harán cuentas de lo que haces o dejas de hacer para poder reprocharte; te tomarán por loco o por extremista.
Un día tendrás que levantar el dedo hacia tu hermano. Sentirás miedo y dolor, rabia e impotencia, pero deberás hacerlo.
Por último y como principio, tú deberás denunciarte a ti mismo.
Y ahora que sabes de qué va esto: ¿Qué me dices?
- Quiero.
Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)
31 de Enero de 2009 (Justo hace un año)
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