miércoles, 27 de enero de 2010

Un examen menos

Siempre he pensado que un hombre estudia para comprenderse a sí mismo

Es la frase con la que terminaba mi entrada anterior, la que me “excusaba” por haber frecuentado menos este espacio de caos y vida.

Y acabé así por un motivo concreto: he atisbado un reflejo de mí en la asignatura que me ha ocupado últimamente (Como para no hacerlo…)

Mi manual me dice sin reservas que sigo anclado en la adolescencia, por eso de creer en la fábula personal (Elkind), que se refiere a la idea o la sensación de ser un ser único, excepcional e irrepetible (de pequeño aprendí que cada persona es única… ahora va a ser que eso lo piensan sólo los adolescentes). A la vez refuerza su postura argumentando que soy un idealista, cosa que creo es totalmente cierta, y que se refiere a la idea de concebir “lo real” como una parte más de “lo posible”

Me consuela pensar que maduraré, porque creo que me encuentro en el nivel de la identidad del logro (Marcia), que significa que tras la crisis, he asumido compromisos con las alternativas que más me han convencido. Para el que no sepa: eso es un gran paso.

Hoy he salido muy contento con la realización del examen. Ha sido rápido e indoloro y en general bastante fácil. Ahora sólo me queda saber la nota, pero con la disertación psicológica que he expuesto que pone de manifiesto que he estudiado (¿o no?) creo que sería deprimente suspender… aunque como escribe Ernesto Sabato en su libro “La resistencia”:

«El mundo nada puede  contra un hombre que canta en la miseria»

No hay comentarios:

Publicar un comentario