El apretón

Siempre me sucede lo mismo: llega el cénit creativo a mi vida justo en el momento en el que el tiempo es limitado. Quiero decir: se me ocurren las mejores ideas cuando no tengo tiempo físico para llevarlas a cabo.

Pensará usted, estimado lector, ¿qué tiene que ver lo que me acaba de contar con el título “El apretón”?.

Pues… ciertamente, todo.

Ayer, lunes, me acerqué a la biblioteca a estudiar, como el ochenta por ciento de los días desde me llamo a mí mismo “universitario”, y me senté al lado del compañero del que ya os hablé, con su consecuente charla entre estudios: «¿has estudiado estas navidades?» «las vas a “catear” todas» «¿qué días tienes tú los exámenes?»… De repente se me encendió el piloto de alerta crítica:

- ¿Dónde están las fechas de los exámenes?

- En el tablón (en realidad le costó decir tablón porque no le salía la palabra) colgadas a la izquierda.

Aguanté como pude la siguiente hora y media entre “artes del lenguaje” e “imagen” y cuando ya estuve a punto de quedarme dormido decidí recoger las cosas e irme a casa, pasando primero delante del tablón informativo sito paradójicamente enfrente del mostrador de información (no sabrán ahorrarse medios, todo lo “informativo” está repetido y junto …y habrá gente que no se entere… ). El disgusto llegó cuando, buscando entre los A3 con las fechas de examen, encontré que “mis exámenes de Febrero” (ja!) eran, curiosamente, en Enero. Desde entonces “me ha dao el apretón” y busco cualquier momento para abrir los libros.

Enlazando con el primer párrafo: el hecho de estudiar implica también el hecho de distraerse, fuente inagotable de inspiración creativa. Así que, visto que se me van a ocurrir mil y una ideas en los momentos de distracción (ya se me han ocurrido un par), he decidido estudiar con una libreta de octavillas.

Por si acaso…

imagen: “Bulletin board” de ViciousCircle-7 (http://viciouscircle-7.deviantart.com)