“¿Aún me acoges?. Me apetece echar un finde contigo”
Salir de trabajar a la una y media y sentarme en el coche a almorzar, con la idea de salir cuanto antes para no pillar la “operación salida”, que era mentira, porque no había apenas tráfico (o quizá es que la gente es algo sensata y a esa hora está en su casa para comer). Un viaje tranquilo y lleno de esperanzas. Pasar entre los molinos de viento y acordarte de ella y jugarme la vida por contárselo. Llegar a Cádiz y ver a Israel. Acordarme de Nacho. Ver a Isra convertirse en guía turístico y enseñarme la periferia de Cádiz y sus maravillosas vistas. Aparcar en doble fila para ver un parque y encontrarnos el coche “atrapado” por gente que aparca en tercera, cuarta y quinta fila. Rodear la caleta vestidos “de concierto” entre tanto playero. Acordarme de Nacho. Quedar con Cristina y Paco para ir al Puerto Santa María. Perdernos… Cenar e ir al concierto de Claudia. Cantar hasta las 3 y media de la mañana. Acordarme de Nacho.“Necesitaba esto”. Olvidarme de males y días grises, de penas y complicaciones y sentirme en paz. Volver cansados a las 4 de la mañana. Dormir poco. Desayunar con planes. “¿Quieres tostá o pan?” Patinada por Cádiz con pequeña caída y risas incluídas. Acordarme de Nacho. Quedar para comer…
Bueno, por ahora es todo.
Prometo Continuar
Gracias por jugarte la vida, pero hasta esta tarde cuando llamaste me creí que la habrías perdido de verdad! jajajaj! yo y mis catástrofes!
ResponderEliminarsi vieses tu sorpresa...