Hace un añito, me contaba esto:
Hoy mientras conducía la furgoneta llevando a “los chavales” a su casa, a una de las chicas le ha dado por reír, pero no de cualquier manera, sino a carcajadas.
Lo bueno que tiene la discapacidad intelectual o “la tontuna” que algunos piensan es que puedes ser siempre “Tú” y hacer lo que te apetezca. Sin máscaras, sin guardar la compostura.
Pues bien, ella ha decidido ser “Ella” y casi morirse de la risa...
De repente se ha callado, me ha mirado, y ¡¡ha vuelto a estallar en risas!!
Uno (yo), que se le pega todo, se ha puesto a reír con “Ella” y por un momento, todo el “stress” y los agobios de la época, todos los enfados y desilusiones, todo lo “malo” que tiene el trabajar con este colectivo de personas... Todo ello ha desaparecido y me he centrado exclusivamente en reír.
Ay... Quién fuera “tonto” y pudiera reír a carcajadas siempre que quisiera...
…Y hoy me lo recuerdo.
Por si se me olvida.
Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)
01 de Diciembre de 2008
Imagen: “The laugh” de lhosford (http://lhosford.deviantart.com)
Estoy contigo! reirse es lo más!
ResponderEliminarUn saludo (a carcajadas)
Que curioso, estaba más de año y medio sin reírme así hasta el sábado pasado que acabé con dolor de huesos del tiempo que estuve y de lo a gusto que me reí.
ResponderEliminarEs fantástico.
John W.
Yo creo que es una opción muy inteligente dejarse uno llevar, sin prejuicios, sin mirar alrededor y reírse a grito pelao. Al fin y al cabo, a veces no somos tan mirados para hacer daño a los demás y, la risa, ¿qué daño hace?
ResponderEliminarBesos.