jueves, 11 de junio de 2009

Diario de Campamento (día primero)

Antes de empezar a escribir me gustaría aclarar que estas 7 entradas son producto del cuaderno de bitácora de este campamento que he disfrutado con unos cuantos de los míos. Todas se publican hoy. Espero que las disfrutéis.

 

Día primero: Bienvenidos a “Casa Bernabé”

Después de cargar dos furgonetas con todo lo necesario para el campamento, incluida comida para un regimiento, nos vamos distribuyendo para irnos al campamento. Conmigo vienen Paco, Ana Mª, Israel y mi pesadilla, Rubén. También me acompaña Cristina.

- ¿Todos listos? ¡Nos vamos!

Comienza el viaje y:

-Pacúo (mi nombre)

-¿Qué, Rubi?

- Pi… picina

- Muy bien, Rubén. Cuando lleguemos.

Empiezo a hablar con Cristina de lo que nos espera y esas cosas cuando…

-Pacúo.

- Dime Rubi

-Pi… pi… picina

- Vale, cuando lleguemos al campamento.

-Pacúo.

-Rubi, ¿Tú quieres escuchar música?

Enciendo la Radio.

-Pacúo

- Vale Rubén, por favor.

-Pacúo

-Guapo, para ya.

-Pacúo.

-Cállate un ratit…

-Pacúo

(A Cristina) – Me voy a hacer el sordo

-Pacúo

Silencio.

-Pacúo.

-Pacúo.

Subo el volumen de la radio.

-Pacúo

Llegamos a la autovía.

-Pacúo.

Sonando: “Hace mucho tiempo no me enamoraba de unos ojos tan…”

-Pacúo.

(A Cristina) – Me está volviendo loco. ¿Tú crees que voy a soportar una semana así? De verdad que me…

-Pacúo.

-¡Rubén! Tío, por favor…

-Pacúo.

¡Y así hasta llegar a Ríogordo!

057 Día primero

Bajamos de las furgonetas y nos saluda la casa y el paisaje. ¡Bienvenidos a Casa Bernabé! Hacemos una visita turística por la casa y sus alrededores, incluyendo habitaciones, el sillón de las siestas y el espectáculo principal: la piscina con jacuzzi. Después de hacernos al terreno donde vamos a pasar la semana, descargamos las furgonetas y amontonamos la comida en su lugar y las maletas en la entrada. Acto seguido nos montamos en las furgonetas de nuevo para ir a comer a un restaurante.

- Rubi, ¿Tú no prefieres irte con Jorge en su coche?

- Zi.

(¡Genial!) Y cambiamos de gente. En esta ocasión Cristina (otra diferente), Inés, Ana Mª, Israel, Paco, Beli y Úrsula. Continúa acompañándome Cristi. Y de repente:

- Curro.

-Dime, Úrsula.

- Shakira, Shakira, Shakira.

-¿Te gusta esa canción?

-Claro

Y de nuevo:

- Curro.

-¿Qué?

- Veo veo

- ¿Qué ves?

- Una cosita

- Y ¿qué cosita es?

- Empieza por la “T”

- Mmmmm, no sé, ¿Qué es?

-Elena.

Yo, con cara de circunstancia le contesto: – Muy bien, pues vale.

Hablo con algunos mientras bajamos a la carretera principal y de nuevo…

- Curro.

-¿Qué?

- Veo veo

- ¿Qué ves?

- Una cosita

- Y ¿qué cosita es?

- Empieza por la “T”

(Pienso: “Elena”) – Mmmmm

- El novio de Úrsula.

(…………)

Llegamos al restaurante y estaba todo preparado. Comimos muy bien. La comida era buena, salvo el gazpacho, que no gustó demasiado. Al terminar volvemos a la casa y nos acomodamos. Preparamos y distribuimos las habitaciones, hacemos las camas, ponemos golosinas y patatas para picar y nos dedicamos a hacer fotos a diestro y siniestro. Cuando terminamos de explorar los rincones y nos vuelve la cordura y bajamos del tejado, y ellos se han hecho al espacio y se han sentado en los sillones a escuchar música o ver la telenovela, pienso que debería escribir y subo a por mi libreta y mi bolígrafo. Mientras escribo sentado en una butaca azul, Inés mira los anuncios de la televisión y Rubén repite constantemente que quiere una “Evita Oki” que significa “revista de eroski”. Al mismo tiempo Cristina R. (desde ahora y para diferenciarlas a ambas) decide que no hace frío para bañarse en la piscina y se dirige a por su bikini. Juan sigue su idea y va a por su bañador. El resto permanece en el amplio salón haciendo “nada” o mirando la chimenea, blanca de haber estado encendida durante el invierno, pero en estado de hibernación en la actualidad. Hay un pequeño grupo de ellos en la zona de fuera, tomando el sol en el sillón de las siestas y mirando a los bañistas. Noto que me falta luz y salgo al sillón de las siestas a seguir escribiendo. Creo que, junto al tejado, ese sillón es mi lugar favorito de la casa. Los prefiero incluso a la ducha de hidromasaje del baño de abajo o al “apartamento adosado”.

Hace ya un poco de frío para estar fuera, así que ¡todo el mundo adentro! En esta casa perdida en lo alto de un monte tiene que hacer frío, pienso. En este momento de mi escritura he llegado a “la actualidad” (qué relativo). Algunos miran el programa “password”. Rubén se levanta y se golpea la cabeza él mismo con una hoja de papel. Jorge enciende una radio antigua que hay en el salón. Creíamos que era de adorno, pero se enciende. De todas maneras solo emite ruido blanco. Volvemos a pensar que sólo era de adorno…

Son ahora las 8 de la tarde. Hasta ahora ha sido un buen comienzo. (Ya contaré la hora de dormir).

Se puede declarar inaugurado el campamento. Bienvenido a Casa Bernabé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario