Tiempo atrás escribí este texto con el que casi gano un concurso del tipo “mandas tu texto, la gente vota y el más votado se lleva tal cosa”:
Hace un par de días en mi trabajo, una compañera puso un juego a uno de los chavales, y al ver que a éste no le motivaba demasiado jugar y dejaba el cubo de las piezas en la mesa, mi compañera alzó un poco la voz y dijo contundentemente: ¡JUEGA!...
Parece un hecho sin mayor importancia, pero a mi me ha impactado, me ha marcado, pues extrapolé ese "mandato" a los niños de hoy en día...
Veréis:
En esta época que nos ha tocado vivir en la que los parques se construyen con el fin de que ningún niño baje a la calle (y si no se lo creen, miren hacia el parque más cercano), citemos los famosos cartelitos que casi siempre son con forma de árbol en el que pone "parque infantil de 3 a 12 años" o similar.... en cuyos parques los que mas juegan son los que no tienen la edad comprendida... en este periodo en que los amiguitos de los niños son una pantalla y el "messenger", ahora que crece el sobrepeso (y por algo será) y aumenta la vida sedentaria... En definitiva, a estos niños a los que yo llamaría de la "generación play station", alguna que otra vez habría que darles un cubo de piezas para montar, un puzzle, una pelota, algún que otro coche de juguete, canicas o una peonza, y decirles un rotundo: ¡JUEGA!
Porque los niños no sólo tienen derecho a ser niños. También la obligación.
Tesoro rescatado de “Cuentos Compartidos” (http://curroayllon.spaces.live.com)
22 de Noviembre de 2006
La cuestión es que hoy, releyéndolo he pensado: La peonza se ha vuelto a poner de moda. Gracias a Dios no estaba tan en lo cierto.
Recuerdo, que aún con 18-19 años, cuando decidímos pasar nuestras tardes-noches en el CascoViejo en vez de en el barrio, subíamos jugando al "Stop" de donde quedábamos hasta casí el primer bar de poteo.
ResponderEliminarY sin ningun pudor.