Ayer cuando volvía de mi “apertura espiritual” (je je) vi plantadas unas flores llamadas pensamientos y pensé que sería poético cultivar y cuidar pensamientos. Esta mañana escuché en la radio que cualquier semilla que plantes en la noche de San Juan agarra bien y me decidí a ser jardinero. He pasado gran parte de la mañana pensando en lo bello que me parece que los pensamientos vengan en semillas.
Así que he comprado una maceta de cerámica en mi taller para empezar con esta nueva odisea y al terminar el trabajo me he llevado la maceta a mi casa. Acto seguido he salido a comprar a un centro comercial, a la parte de jardinería, y he buscado incesantemente las semillas. Desgraciadamente no las he encontrado pero he descubierto por qué. Resulta que los pensamientos son unas flores que se siembran en otoño y por supuesto no las venden ahora mismo.
Derrotado me he dicho a mí mismo: - No es tiempo de pensamientos, Curro. – Al escucharme me ha entrado la risa y la gente del centro comercial me ha mirado con cara de estar pensando que soy tonto o algo peor. Me da igual. Yo, por mi parte, me he vuelto a mi casa con una sonrisa en la cara, una lección de jardinería aprendida y con la convicción de que los pensamientos florecen en cualquier época del año, aunque se planten en otoño.
P.D: Por ahora mi maceta queda vacía.
los pensamientos son para el otoño, ahora sólo se pueden plantar deseos!
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