miércoles, 17 de junio de 2009

La velocidad de la semana.

Se llama Boris y es uno de los míos. Pasa las mañanas en el taller con la cabeza sobre la mesa, “descansando” porque está «malito del corazón». A veces se levanta para pasear y golpea el suelo con el pie para “despertar la pierna” porque se le adormece.

Boris tiene cinco obsesiones: Casarse con una chavala “bosquimana” o “murciegalita”, descalzos y en cueros, cosa que no ha ocurrido hasta el momento; pinchar a sus compañeros restregando su cabeza por los hombros cual gatito de dos por dos de magnitud; saltar vallas para “robar terrenos” y después venderlos a sus monitores; jugar con la cuerda que siempre lleva consigo; y por último, el tiempo. Pasa la semana esperando que lo vengan a recoger. A menudo se acerca, extiende como puede su nudosa mano y pregunta: ¿Cuántos días quedan para el viernes?. Entonces nombra los dedos con los días de la semana, situando el lunes en el meñique, y espera paciente a que le contestes “estamos a éste” y señales el dedo correspondiente.

- Hoy estamos a éste: es el miércoles. Para que llegue el viernes quedan dos días

- ¿A éste? entonces sólo queda mañana.

Se me olvidaba que el optimismo y la fe de Boris hace que nunca cuente el viernes como “día a pasar” aunque lo recojan a las 8 de la tarde, pero tampoco cuenta el día de hoy, aunque son las 9:30 y aún nos queda la jornada de trabajo completa. Supongo que cinco días le parecen muchos y necesita modificar la velocidad de la semana. Lo cierto es que lo consigue, la semana es más llevadera para todos cuando la cuenta viene desde sus torpes dedos, con los que, acto seguido, continúa enredando su cuerda.

7 comentarios:

  1. que bonito...ojala todos fueramos tan optimistas como el...

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  2. Nada nos hace más daño que la soledad.

    Gracias por compartir "lo tuyo"

    Un abrazo hermano.

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  3. Mi compañero Gerardo cuenta como él, hace dos semanas decía que quedaban ocho días de clase cuando quedaban 15... claro que él es el profesor de educación física y no contaba esta semana porque iba a dejar a los chicos tomar el sol!

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  4. Quizá es la forma más inteligente de contar una semana.
    Saludos.

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  5. ... contarlos, pero CONTÁNDOLOS!
    Vivir, VIVIENDO!
    Eso me digo cada semana.

    Gracias! por estas experiencias, Curro.

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  6. vaya,gracias por la lección que hoy (me) has dado...

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  7. Qué bonita historia.

    Gracias, Curro.

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